viernes, 24 de abril de 2015

EL INCÓMODO COMPROMISO SOCIAL DE GOYTISOLO, PREMIO CERVANTES 2014

Juan Goytisolo es uno de los escritores contemporáneos españoles más admirados y controvertidos. Es también Premio Cervantes 2014 por "su labor en la indagación del lenguaje y su apuesta por el diálogo intercultural". Y es, sobre todo, un hombre comprometido con la libertada y con las injusticias.
Escritura y compromiso social forman parte de su vida, como puso de manifiesto ayer durante su intervención en la ceremonia de entrega del Premio Cervantes, celebrado en el Paraninfo de la Universidad Alcalá de Henares, en presencia de los Reyes.
Goytisolo rompió el protocolo al acudir con traje de chaqueta y corbata, en lugar del tradicional chaqué. Pero lo más destacable es el contenido de su discurso, alejado de los estrictamente literarios. Una intervención marcadamente política y social, de denuncia de la situación actual del país.
A la entrada del Paraninfo le esperaban numerosas cámaras de las televisiones que querían recoger este importante momento. El escritor, que dijo sentirse "abrumado", ironizó con la situación equiparándose al extesorero del PP. "Como Bárcenas al llegar al juzagado", dijo.
Esa fue su primera mención a la realidad política del país. Las siguientes las llevaba escritas en su discurso. Alusiones críticas con los nacionalismos actuales "incapaces de abarcar la riqueza y la diversidad de su propio contenido". 
Crítico con quienes se empeñan en "desenterrar los pobres huesos de Cervantes y comercializarlos tal vez de cara al turismo como santas reliquias fabricadas probablemente en China", defendió la verdad de las cosas, la verdad de la propia vida del autor del Quijote, llena de estrecheces y fracasos. 
"El ameno jardín en el que transcurre la existencia de los menos no debe distraernos de la suerte de los más en un mundo en el que el portentoso progreso de las nuevas tecnologías corre parejo a la proliferación de las guerras y luchas mortíferas, el radio infinito
de la injusticia, la pobreza y el hambre", subrayó. 
Goytisolo siempre ha estado de parte de los "caballeros andantes", dedicados a socorrer a los "miserables". Y, seguramente acertó al decir que en la actualidad, Don Quijote saldría a enfrentarse a quienes "ordenan los desahucios", a ir contra los "corruptos de la ingeniería financiera", y socorrer "a unos inmigrantes cuyo único crimen es su instinto de vida y el ansia de libertad".
"Sí, al héroe de Cervantes y a los lectores tocados por la gracia de su novela nos resulta difícil resignarnos a la existencia de un mundo aquejado de paro, corrupción, precariedad, crecientes desigualdades sociales y exilio profesional de los jóvenes como en el que actualmente vivimos. Si ello es locura, aceptémosla. El buen Sancho encontrará siempre un refrán para defenderla".
En su repaso por un panorama "sombrío" debido a las crisis "económica, política y social", en su denuncia, Goytisolo echó mano de los datos y denunció que "más del 20% de los niños de nuestra Marca España vive hoy bajo el umbral de la pobreza, una cifra con todo inferior a la del nivel del paro". 
Frente a estas injusticias, frente a esta situación, el premio Cervantes abogó por la necesidad de "introducir el fermento contestatario" en el ámbito de la escritura. Finalizando entonces su breve intervención con un claro guiño a la formación de Pablo Iglesias, con la frase más destacada por los medios: "Digamos bien alto que podemos. Los contaminados por nuestro primer escritor no nos resignamos a la injusticia".
El discurso no gustó al PP y algunos de sus dirigentes allí presentes ni se molestaron en aplaudir. Entre ellos, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
A los partidos políticos, sobre todo cuando están en el poder, no les gusta que nadie les enfrente a la realidad. Menos aún cuando esta realidad la protagnizan el desempleo, los trabajos de subsistencia, los desahucios, las ayudas a los bancos y a las grandes empresas, el recorte en prestaciones, en sanidad y en educación. Y tantas injusticias que no se corresponden con esos discursos grandilocuentes de los gobernantes en los que todo va bien. En esto, PP y PSOE van de la mano. Unos y otros negando la realidad. Unos y otros se muestran intolerantes con quienes no opinan como ellos. Por eso, cuando Goytisolo aprovecha el acto de entrega del Premio Cervantes para denunciar el panorama de España, los políticos de turno se sienten molestos y les retiran el aplauso. Como si eso importara mucho. 


Para leer el discurso completo:


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