domingo, 31 de julio de 2016

#INVESTIDURA: PERSONALISMOS VS SENTIDO DE ESTADO

Con el alma en vilo estaba yo el jueves por la tarde, atenta a lo que decía Mariano Rajoy en su rueda de prensa posterior al encuentro con Felipe VI, por si le daba por declinar por segunda vez, en vista de cómo está el patio. No esperaba que el líder del PP fuera al grano, así que se puso a hablar de lo bien que va España (su España, claro) hasta que, por fin, llegó a lo que nos ocupaba."El rey me ha propuesto como candidato a la investidura" pero "le he dicho que no cuento con los apoyos"...
Lo ha vuelto a hacer, pienso alarmada. Una pausa. Suspense. Retoma la palabra: "…aún así, he aceptado el encargo". Bueno, no ha pasado nada, me digo y sigo escribiendo. Estaba terminando la noticia cuando se produjo ese 'momento Rajoy' del depende, del sí pero no, en el que dejó caer que, si no cuenta con apoyos suficientes, igual no se presenta. Ante la insistencia de los periodistas que estaban en La Moncloa para que aclarara sus intenciones, el Rajoy críptico hizo su aparición y contestó: "No conviene en ninguna faceta de la vida adelantar acontecimientos”. Es decir, “metamos presión a los que pueden facilitarme la elección, al PSOE y a Ciudadanos, sobre todo”. Los líderes de los dos partidos han sido citados por el propio Rajoy en el Congreso el martes y el miércoles, respectivamente. 
Pedro Sánchez va a la reunión para decirle lo que ya sabemos. Que el PSOE votará no a su investidura pero que hará una oposición leal y abierta al diálogo. 
-¿Aunque Rajoy apele al sentido de Estado y le diga que su abstención es crucial y amenace con no presentarse? La postura del Partido Socialista es inamovible. Es el turno de Rajoy. Que busque apoyos entre sus afines y el PSOE no está entre ellos. No es no. Además, ¿por qué va el PSOE, el rival histórico del PP, a facilitar la investidura de Rajoy? El PP no facilitó la investidura de Sánchez en la breve legislatura anterior". Muy edificante esto de "como no me has votado, yo a ti tampoco". 
Albert Rivera va a la reunión con Rajoy para decirle lo que ya sabemos. Que Ciudadanos ya ha movido ficha y, con gran esfuerzo, se abstendrá en la segunda votación porque en la primera votará no y que Rajoy debe convencer al PSOE para que también se abstenga. Y eso lo dice un partido - el naranja - que lleva por bandera el sentido de Estado por encima de nombres y sillones, por encima del propio partido.  ¿Cómo va a explicar el cambio del sentido del voto en 48 horas? Fácil. Apelando a la necesidad de desbloquear la situación y a la responsabilidad para evitar terceras elecciones. 
Ciudadanos no quiere ser el partido que permita a Rajoy seguir en el Gobierno y quiere repartirse el marrón con los socialistas. Pero no es lo mismo y los de Rivera lo saben o deberían saberlo. El partido naranja no quiere ir ni a la vuelta de la esquina con un Gobierno presidido por Rajoy. Si fuera otro el candidato del PP, todavía, pero Rajoy, no. El Rajoy de la Gürtel, del sé fuerte Luis (Bárcenas), el de Rita Barberá...no, Ciudadanos apuesta por un gobierno con las manos limpias. Siempre, claro está, que la persona que sustituya a Rajoy, en el hipotético pero improbable caso de que esto ocurra, no sean ni Sáenz de Santamaría, ni Cospedal, ni Fernández Díaz, ni...
Hasta ahora, me parecían razonables estos vetos. Digo hasta ahora porque no me explico que C's haya pactado con el PP que la presidenta del Congreso sea, nada más y nada menos, que la persona de más confianza de Rajoy en el partido, su mano derecha desde hace más de 20 años, leal a Rajoy y al PP hasta las trancas, ministra con Rajoy pero también con Aznar. Por mucho que nos guste Ana Pastor, decir que representa la renovación en el PP es una tomadura de pelo, la verdad.

Más allá del paripé de las reuniones del martes y el miércoles, lo único cierto es que empieza agosto y el panorama es desolador. Los políticos podrán contarnos que se quedan sin vacaciones, pero de nada servirá esta puesta en escena si llega la última semana de agosto y suspenden de nuevo, como parece. Ojalá me equivoque pero mientras prevalezcan los personalismos de unos y otros, será difícil que se imponga el sentido de Estado, al tiempo que la sombra de las terceras elecciones, esas que no quiere nadie, continuará creciendo. 

Congreso de los Diputados.




lunes, 4 de julio de 2016

¿LLEGARÁN ESTA VEZ LOS POLÍTICOS A LA CASILLA 63?

Han pasado unos días desde las elecciones del 26J y los candidatos se preparan, de nuevo, para situarse en la casilla de salida de este gran tablero de la Oca en el que se ha convertido la vida política española. En la partida anterior todos quedaron atrapados en el Laberinto, ese que obliga a los jugadores a retroceder hasta la casilla 30 cuando han logrado llegar a la 42 y la meta parece muy cerca. Del laberinto al 30, del pacto al no pacto; así han estado los representantes de los partidos cuatro meses largos. Ninguno logró llegar al Jardín de la Oca, a la casilla 63. 
Le toca lanzar el dado y mover ficha, en primer lugar, a Mariano Rajoy, por ser su partido el más votado el 26J. En la partida anterior hizo trampa al sacarse de la manga una regla no escrita por la que declinó graciosamente lanzar el dado, pasando el turno a otro; quiso hacernos creer que había caído en el Pozo y que no podía seguir jugando hasta que no cayera otro participante, léase Pedro Sánchez. 
Al igual que entonces, Rajoy no tiene mayoría suficiente y necesita el apoyo de otros partidos para superar la investidua y seguir gobernando. Sus 137 diputados están lejos de la ansiada mayoría absoluta de 176 escaños. Eso hubiera sido como llegar a la casilla 63 saltando de oca en oca sin dejar que jugaran los otros candidatos. Como no es el caso, el presidente del Gobierno en funciones tiene que negociar, porque no puede decirle al rey, otra vez, que se reserva, que se queda en el Pozo esperando que otros caigan; hombre, como poder, puede, pero si declina de nuevo sería la repanocha. 
No, esta vez parece dispusto a ser el que primero lance el dado y ya ha anunciado que quiere hablar con todos los partidos, incluidos los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes de Puigdemont. Hablará con todos, sí, pero lo que en realidad quiere el líder del PP, según he leído en algún medio de comunicación, no sin perplejidad, es un "gobierno de salvación" del PP con PSOE y Ciudadanos. De salvación de él, entiendo que es...a ver si nos lo explica. En cualquier caso, es bastante improbable que lo logre. 
Es evidente que los apoyos, no es que no le vayan a salir gratis a Rajoy, es que le van a salir carísimos; yo diría que incluso más que al Aznar que hablaba catalán en la intimidad con Pujol o que hubiera sido capaz de marcarse un aurresku para agradar a Arzalluz; ambos se cobraron a precio de oro el apoyo de legislatura al entonces líder del PP. Veremos hasta dónde es capaz de llegar Rajoy aprovechando que estamos en plena época de rebajas de verano.
En cuanto a sus posibilidades para ser investido, el panorama en estos primeros momentos es desolador. Si tuviera que apostarme una comida a que habrá terceras elecciones, no lo dudaría porque cuando oigo al resto de los participantes expresar sus posiciones es como escuchar un disco rayado. Del "qué parte del no, no ha entendido", al nosotros no vetamos pero no queremos a Rajoy pasando por los llamamientos a la gran coalición de izquierdas. Esas mismas consignas que nos llevaron a celebrar unas nuevas elecciones seis meses después del 20D. Los mismos jugadores, los mismo discursos. 
El 19 de julio se constituyen las Cortes. Se eligen los miembros de las mesas del Congreso y del Senado, para lo cual, los grupos parlamentarios deberán haber llegado a acuerdos que nos darán una idea de por dónde van a ir las negociaciones para la investidura de Rajoy, si es que decide presentarse, o del que sea que cuente con los apoyos suficientes. 
Yo lo que de verdad quiero es que, esta vez, lleguen a la casilla 63, aunque pierda una comida. 


Tablero del Juego de la Oca.



  






















miércoles, 15 de junio de 2016

#26J - EL INMOVILISMO DE LOS CANDIDATOS NO AUGURA NADA BUENO

El 26 de junio los españoles mayores de edad estamos llamados a las urnas para elegir a los diputados y senadores que nos representarán en las Cortes Generales durante los próximos cuatro años...bueno, quien dice cuatro años dice seis meses; y es que, a estas alturas, todo el mundo sabe que la incapacidad de los políticos por llegar a un acuerdo para formar gobierno después de las elecciones generales del 20 de diciembre, nos ha llevado a la situación actual. 
De nuevo estamos en campaña, otra vez los mítines, las promesas, las visitas a los mercados, los besos a los bebés, los bailes...lo típico, vamos, pero en pleno junio, con el caloret a cuestas, los niños sin colegio, las fiestas de San Juan y las maletas hechas para salir de vacaciones ¡Un despropósito!
Aún así, lo que más me llama la atención de este atípico momento político que ya se conoce como 'el día de la marmota', en alusión a la famosa película protagonizada por Bill Murray y que en España se tituló 'Atrapado en el Tiempo', lo que me choca, es que se presenten a estas elecciones los mismos candidatos a la Presidencia del Gobierno que lo hicieron el 20D y han llevado al país a esta especie de bucle; sí, sí, los mismos que fracasaron repiten y, lo que es más increíble de todo, nos piden a los ciudadanos una segunda oportunidad, que reflexionemos bien a quién vamos votar, como si en diciembre hubieramos cogido las papeletas a voleo. 
Mariano, Pedro, Pablo y Albert aseguran que de esta no pasa, que después del 26J "seguro" que hay Gobierno. Si hubiera risas enlatadas como en las series anglosajonas, ahora se oirían las carcajadas. Y es que sólo hay que prestar atención a lo que dijeron la noche del lunes en el famoso debate a cuatro: haremos lo mismo, dijeron con mayor o con menor contundencia. ¡Lo mismo! En ese caso la XII Legislatura puede ser incluso más corta que la XI, que no llegó a los cuatro meses.  
Si van a seguir en sus trece, ¿cómo es posible que afirmen que después del 26J vamos a tener Gobierno? No hago más que darle vueltas al asunto, sobre todo tras comprobar en el debate cómo ninguno se apeó de sus vetos, los mismos que impidieron un acuerdo a finales de abril. 
Puede que alguno crea que los resultados electorales van a ser muy diferentes a los del 20D; que el día 26 un partido logrará rozar la mayoría absoluta y sólo necesitará unos pocos escaños para poder formar gobierno. El PNV y sus previsibles 6 ó 7 escaños están siempre disponibles ya sea a izquierda o a derecha, eso sí, a cambio de las correspondientes contraprestaciones. No parece que eso vaya a ocurrir. 
Según las encuestas - es cierto que los sondeos se equivocan y son lo que son, tendencias nada más - los ciudadanos no les vamos a hacer los deberes a los políticos y es más que probable que los resultados del 26J sean parecidos a los de diciembre, independientemente de si Unidos Podemos y las confluencias se sitúan como segunda fuerza más votada por delante del PSOE o no.
Para evitar esto, para intentar acercarse a la cifra mágica de los 176 escaños, las maquinarias de los partidos se han puesto en marcha y de qué manera. Su principal objetivo es ese 32 por ciento de indecisos que, según el CIS, dice que va a ir a votar pero no sabe a quién. 
La campaña está siendo más de calle, por aquello de no gastar mucho ni cansar demasiado al respetable, con actos en parques, en plazas, en lugares hasta ahora atípicos para los partidos grandes. Los candidatos saludan, hablan con todo el que se le pone delante, bailan como si no hubiera un mañana, comen helado, ponen cañas, y asisten a programas en los que se someten al juicio de niños o se hacen fotos con desconocidos; pero, sobre todo, se graban a sí mismos con más o menos acierto a través de Periscope. En fin, queda aún bastante campaña por delante y seguro que los políticos aún nos van a dejar más momentos inolvidables. 
Lo importante es que el 26 de junio volvermos a las urnas. Dice Albert Rivera que esto no es un problema de personas ni de sillas. Discrepo con él. De hecho creo que la clave de lo que ocurra después de las elecciones en el caso de que no haya un claro ganador, está en las personas, en los candidatos de los cuatro partidos mayoritarios. 
Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera tendrán que esforzarse más (unos por primera vez) para sacarnos del bucle en el que nos han metido, y para ello deberán renunciar a sus intereses personales, a sus deseos de poder, y acabar con declaraciones como las que estamos escuchando que apuntan a todo menos a un acuerdo; deberán sustituir "no", "nunca", "jamás", por expresiones menos tajantes; deberán renunciar a los vetos y ceder, permitiendo con el voto a favor o con la abstención que uno de ellos sea investido presidente del Gobierno. De lo contrario, tendrían que sucederse las dimisiones, si es que no se han producido en algún caso la misma noche electoral, porque una cosa tengo clara y es que los españoles somos capaces de ir a unas terceras elecciones, pero no con los mismos candidatos.  

Los candidatos de PP, PSOE, C's y Unidos-Podemos antes del Debate13J. 













lunes, 6 de junio de 2016

EL MEDITERRÁNEO, EL CEMENTERIO DE LA VERGÜENZA DEL QUE NADIE QUIERE ACORDARSE

1, 2, 3, 4....así hasta 1.083. Este es el número de personas - entre mujeres, hombres y niños - con sus nombres y apellidos, con sus historias a cuestas, que el Mediterráneo se ha tragado sólo durante la pasada semana. ¡1.083 personas en una semana! Todas ellas han muerto ahogadas en ese mar que se ha convertido ya en el cementerio de la vergüenza para quienes vivimos a este lado de Europa; sí, para los que vivimos en esta Unión Europea cuyos dirigentes miran para otro lado ante el horror de esas muertes. Cadáveres que en ocasiones el mar devuelve a tierra, como hace pocos días cuando fueron hallados en las playas de la costa oeste de Libia 117 cuerpos;  imágenes sobrecogedoras que no hacen sino remover nuestras conciencias y hacernos sentir impotentes y culpables a partes iguales.
No es la primera vez que escribo sobre barcazas hundidas en medio del Mediterráneo y, mucho me temo, que no será la última; no, mientras no se pongan de acuerdo los políticos de la UE para actuar sobre el terreno e impedir que las mafias sigan llenándose los bolsillos a costa de la ilusión por lograr una vida mejor o a costa de la desesperación de quienes se ven obligados a huir de guerras, persecuciones y asesinatos de gobiernos arbitrarios.
A estas migraciones procedentes en su mayoría de países en conflicto del África subsahariana, se añade el flujo migratorio causado por las interminables guerras en países como Irán o Afganistán, que ha provocado una crisis humanitaria sin precedentes desde la segunda guerra mundial, según denuncia Naciones Unidas. Da igual si proceden de Irán, de Sudán, de Afganistán, de Malí...todas estas gentes necesitan ser acogidas por una Europa que no las quiere, una Europa cuyos gobernantes no son capaces de buscar soluciones a este terrible drama humano. Todo lo que se les ha ocurrido es pagar a Turquía para quitárselos de encima - un acuerdo, por cierto, que Amnistía Internacional ha denunciado por considerarlo ilegal, solicitando a la UE que paralice de inmediato las devoluciones. 
Mientras, seguimos viendo los campamentos atestados de mujeres, hombres y niños; como si fueran animales, detrás de vallas de alambrada levantadas con una rapidez inaudita por las autoridades locales, en condiciones infrahumanas, y con la única ayuda de las ONGs. Siempre las ONGs. Al horror de estos campamentos hay que añadir los miles de desaparecidos - sobre todo niños y niñas - de los que se desconoce sus paradero pero que llegaron a Europa. Y el peor de los dramas, el de los muertos en el mar Mediterráneo de los que hablaba al comienzo. Los datos son difíciles de asumir. Sólo en los cinco primeros meses de 2016 y hasta el 31 de mayo, 2.443 han perdido la vida, mientras que 205.509 migrantes y refugiados han llegado a Europa por vía marítima, desembarcando en Italia, Grecia, Chipre y España, según la Organización Internacional para las Migraciones. 
No espero que los políticos españoles, enfrascados en una nueva campaña electoral - por mucho que la llamemos precampaña - aporten soluciones al drama de la emigración y de los refugiados. No espero que sean capaces de llegar a un acuerdo en torno a este delicado y urgente tema de carácter humanitario. Y no lo espero porque el domingo comprobé abochornada y con pena cómo quienes dicen ser los representantes de una nueva forma de hacer política cayeron en lo peor de la vieja política, en la demagogia, utilizando a los refugiados como arma arrojadiza electoral. No lo esperaba ni de Pablo Iglesias ni de Albert Rivera. Pero eso es lo que pasó en Salvados, el programa de Jordi Évole.
Escuchar a Rivera acusar a Iglesias de demagogia por ir a Grecia a "abrazar a Tsipras" mientras él había ido a "abrazar a niños" refugiados, me pareció muy desafortunado y tan demagógico como cuando Iglesias acusó a Rivera de ir a los campamentos a hacerse fotos para sacar rédito electoral. A favor de Rivera diré que fue el primer candidato que visitó varios campos de refugiados en Grecia. ¿Por motivos electoralistas? por lo que sea, lo importante es que los políticos conozcan de primera mano la realidad de los refugiados. Pedro Sánchez también se acercó pocos días después a dos campos de refugiados en Alemania, pero quienes siguen sin conocer sobre el terreno las penurias de los refugiados son Mariano Rajoy y Pablo Iglesias. Lo del presidente del PP no me sorprende, lo del presidente de Podemos, sí. 
De las muertes en el Mediterráneo, ni una palabra les escuché a nunguno de los dos candidatos de la llamada nueva política. Así que sólo espero que en la campaña que comienza oficialmente el jueves a las doce de la noche y que, por lo que veo, se presenta crispada y subida de tono, los candidatos hablen de los refugiados y de los emigrantes sólo para decir que están dispuestos a llegar a un acuerdo que trate de poner fin al creciente drama de tantas y tantas personas que sueñan con una vida mejor y que se quedan por el camino en ese cementerio de la vergüenza en el que se ha convertido el Mediterráneo.





viernes, 20 de mayo de 2016

EL INDECENTE USO DEL PARLAMENT CATALÁN POR PARTE DE LA CUP Y JpS

La semana que está a punto de acabar nos ha dejado una imagen complicada para quienes creemos que las víctimas de ETA se merecen el respeto de las instituciones. Ver a Arnaldo Otegi entrar con su sonrisa cínica en el Parlament catalán es lamentable y una vergüenza, pero lo realmente grave es que la CUP y Jps utilicen una institución como el Parlament para dar alas a quien acaba de pasar más de seis años en prisión por su vinculación con la organización terrorista y sigue sin condenar las acciones de ésta, ni ha pedido perdón a las familias de las 826 personas asesinadas. 
Con ser indignante la presencia de Otegi en la cámara de representantes de los catalanes, lo peor fue la desfachatez con la que se presentó el ex portavoz de la ilegalizada Batasuna y actual dirigente de Sortu, con ese discurso de prestidigitador de segunda, con una ya conocida retórica falsa y cobarde, al hablar de una España - por supuesto no dijo España sino estado español - que hay que democratizar, y al denunciar el sufrimiento de las familias de etarras encarcelados, a los que sigue refiriéndose como "presos políticos". Si en España no hubiera democracia, Otegi no sé dónde estaría, pero desde luego paseando por las instituciones y dando discursitos de ese tenor, seguro que no. 
Hablar del sufrimiento de las familias de los presos de ETA es repugnante. Esto me recuerda un viaje que hice a Euskadi para palpar el ambiente antes de unas elecciones autonómicas y en una herriko taberna coincidí con una mujer mayor, muy enjoyada, que resultó ser la madre de uno de los terroristas más sanguinarios de ETA y cuya fotografía colgaba de la pared junto a las de otros asesinos. Comenzamos a hablar y de pronto me habló del sufrimiento que le causaba tener a su hijo en una cárcel en el otro extremo del país. "¿Y qué me dice del sufrimiento que su hijo ha causado a las familias de sus víctimas?", le pregunté. Me miró con una frialdad que me puso la piel de gallina y me dijo "lo que hizo mi hijo fue necesario". Mi reacción se resolvió con una amable invitación a abandonar la herriko taberna. Así que Otegi no hace sino repetir lo que llevamos tanto tiempo escuchando, el victimismo de quienes no respetan el derecho a la vida, de quienes creen que el fin justifica los medios aunque ese medio sea el asesinato. 
En ese viaje me entrevisté con Otegi. Me citó en la calle, a las puertas de Anoeta, en medio de una manifestación ilegal. Estaba en su salsa con tantos manifestantes - "con más peligro que una caja de bombas", como él mismo dijo - dispuestos a todo. De hecho, aquello acabó convirtiéndose en una batalla campal entre abertzales y ertzainas, mientras Otegi desapareció, eso sí, después de caldear el ambiente. 
Por eso no me ha sorprendido la actitud de Otegi, el mismo de siempre. Lo que me ha parecido ofensivo, insultante, despreciable, es que la CUP y JpS hayan invitado a este sujeto a visitar el Parlament. La utilización partidista del terrorismo fue una constante durante los años en los que ETA mataba indiscriminadamente y anunciaba sus famosas treguas trampa y había quien en un alarde de generosidad, en plenas negociaciones, se refería a la organización criminal como Movimiento de Liberación Nacional Vasco. En aquellos años se utilizó también de forma torticera a las propias víctimas. Todo muy poco edificante.   
Pensé que después del cese definitivo de la violencia anunciada por ETA en octubre de 2011, poniendo fin a 43 años de terror, los partidos también acabarían con esa práctica indecente de usar el terrorismo con fines partidistas. Ahora compruebo, con pena, que no. 
Los partidos independentistas catalanes han causado un dolor innecesario a las familias de las víctimas de ETA. En su calenturienta carrera hacia ninguna parte, esos partidos han cruzado una línea que hasta ahora habían preferido, con más o menos ambigüedades, no traspasar. El cinismo adoptó cotas impensables cuando la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, dijo que estaba dispuesta a recibir, tras la visita de Otegi, a los representantes de las víctimas de ETA que se encontraban también en el Parlament con diputados del PP y de C's. Intento imaginar qué sentiría yo, en su lugar...
Termino como empecé. Las víctimas de ETA merecen un respeto que la CUP y Jps han demostrado no tener. Ojalá no se repita, ojalá los Otegi de turno no se paseen por las instituciones disfrazados de víctimas mientras son incapaces de pedir perdón por 43 años de terror. 
En política no debería valer todo, pero está visto que aún nos queda mucho camino por recorrer.





lunes, 2 de mayo de 2016

EL 26J LOS POLITICOS ESPERAN QUE LES HAGAMOS LOS DEBERES

"Tó pa ná". Esta frase tan de andar por casa, tan de barra de taberna, tan nuestra, es del portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando y, sin duda, describe a la perfección lo que ha sido la XI Legislatura. Creo que no se pueden resumir mejor estos intensos tres meses y medio en los que la actividad política, el foco de atención dentro y fuera del país se ha centrado en la Cámara baja. El balance no puede ser más negativo y, al final, ni siquiera estamos como después del 20D, estamos peor.
Si tras lo ocurrido en esta legislatura de juguete los actores principales, esos que se han parapetado detrás de sus intereses personales, son los mismos que van a liderar la campaña y sus partidos, no veo cómo van a llegar a un acuerdo tras las elecciones del 26 de Junio.
Es verdad que les hemos oído decir que todo va a ser distinto. Que será una campaña más didáctica, más cercana, más de calle - o de playa y piscina, porque dadas las fechas - más amable...y más barata. Les hemos escuchado, a unos más que a otros, que lo ocurrido ha sido un fracaso y que después del 26J tendrán que dialogar. Se les llena la boca de buenas intenciones, asegurando que en la campaña no hablarán de quién tuvo la culpa de que sigamos con un gobierno en funciones. Todos nos doran la píldora y mantienen que el 20D los españoles votamos fenomenal, que no nos equivocamos poniendo fin al bipartidismo y que, por tanto, la culpa de lo que está pasando en este país no es más que de ellos. En eso sí les doy la razón. 
El problema es que les escucho y el mensaje que me llega es: a ver si votáis mejor el 26J, que lo del 20D fue un desastre. De hecho hoy me he quedado perpleja al escuchar a una dirigente política decir que espera que los ciudadanos reflexionemos bien en junio. Es decir, que lo que quieren es que les hagamos nosotros los deberes. 
Frente a esa actitud propongo que sean ellos los que cambien. En concreto, los líderes de los partidos. No puedo entender que, después de lo que hemos visto estos meses, vuelvan a presentarse como candidatos a La Moncloa los mismos que han fracasado. 
El primero, Mariano Rajoy, que al igual que en las viñetas de Peridis, se ha pasado estos tres meses tumbado fumando un puro. Está claro que su capacidad para sentarse a dialogar es nula. Es posible pero no probable que el presidente del PP quiera salir de la política por la puerta grande, es decir, ganando las elecciones del 26J - mejor dicho, siendo otra vez el PP el partido más votado - y a la hora de tener que buscar apoyos para gobernar, decida dar un paso al lado y pase el testigo a otro miembro de su partido. Sería la mejor muestra de generosidad de Rajoy con su país. La cuestión es saber quién sería ese sustituto o sustituta. 
El segundo que debería dejar de huir hacia adelante es Pedro Sánchez, que lleva corriendo desde el 20D, como he dicho ya demasiadas veces. Un Pedro Sánchez que hoy mismo ha vuelto a decir que "nunca" pactará con el PP. Nunca, señor Sánchez, es una palabra que no es aconsejable utilizar en política. 
El líder socialista confía en que los votantes le apoyen en junio, que por arte de magia votemos al PSOE, olvidándonos del sinsentido en el que se metió cuando pactó con Ciudadanos pero no con la izquierda porque, según él, no sumaba. No voy a insistir en el despropósito que ha sido la actuación del dirigente socialista en todo este tiempo. Soy de las que creo que debió dimitir el 20D por la noche en cuanto supo que el PSOE había obtenido el peor resultado de su historia. Corre el riesgo Sánchez de obtener unos resultados aún peores el 26J. ¿Realmente, no hay nadie en el Partido Socialista que no vea lo que está pasando? Sí, Carme Chacón parece que lo ha visto y no ha querido participar en lo que, todo apunta, puede ser un nuevo revolcón en las urnas - más allá de sus movidas con el PSC.  
En cuanto a Pablo Iglesias y Albert Rivera, no digo que deban dar un paso a un lado, no digo que deban renunciar a ocupar puestos de responsabilidad en un futuro gobierno. Lo dijeron ellos. Dos brindis al sol. Pero deben saber que a los votantes no nos gusta que nos mangoneen, que nos digan que "si yo soy el problema, estoy dispuesto a dar un paso a un lado", "si soy yo el problema, renuncio" y luego sigan como si nada. En cuanto a la capacidad de uno y otro para dialogar, está claro que Rivera ha demostrado tener más cintura que Iglesias. 
En definitiva, los cuatro vuelven a presentarse a las elecciones. Los cuatro candidatos confían en que los votantes les facilitemos las cosas con unos resultados que no exijan demasiado esfuerzo a la hora de pactar un gobierno. Si esto no ocurre, si se mantiene más o menos el actual reparto de escaños en el Congreso, ¿dimitirán o volverán a someter al país a otros tres o cuatro meses de incertidumbre con sus vetos y sus personalismos? ¿Tendremos que volver a decir 'tó pa ná'? ¿habrá que convocar de nuevo unas terceras elecciones y unas cuartas, así hasta que aprendamos a votar como ellos quieren?.

El 26 de junio se celebran, otra vez, elecciones generales.











viernes, 15 de abril de 2016

LOS PAPELES DE PANAMÁ ARRASTRAN AL MINISTRO SORIA AL ABISMO

José Manuel Soria, cuyo nombre aparece en los Papeles de Panamá, ha renunciado a todos sus cargos políticos. A través de un comunicado informa que deja su puesto al frente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, su acta de diputado en las Cortes Generales y la presidencia regional en el PP de Canarias. Abandona la política por la puerta de atrás. 
Y las preguntas que me hago son ¿por qué ha optado por esta salida cuando podía pefectamente habérsela ahorrado? ¿Por qué ha gestionado tan mal este asunto? ¿Qué hay detrás de esa supuesta torpeza de la que ha hecho gala? ¿Hay algo de estupidez en ese comportamiento? ¿O es que pensaba que bastaría con negarlo todo? 
Desde el primer momento, cuando dijo que no se explicaba por qué aparecía su nombre en los ya famosos Papeles de Panamá salvo que fuera un error, el todavía ministro tuvo la oportunidad de decir la verdad e irse a su casa. Se habría evitado el bochorno de desdecirse a sí mismo en sus distintas comparecencias públicas, cada cual más disparatada, con las que sólo ha conseguido enredar la madeja de unos documentos que le han estallado en la cara. 
Es posible que si Soria hubiese asumido esos primeros documentos que le relacionaban con una sociedad opaca en Bahamas antes de entrar en política, no habría salido esa otra documentación que nada tiene que ver con los Papeles de Panamá y en la que queda probado que Soria, estando ya en política, fue administrador de una empresa registrada en Jersey, otro paraíso fiscal, en el año 2002. 
Desde el consorcio internacional de periodistas independientes que sacó los conocidos Papeles de Panamá hace quince días se asegura, y estoy convencida de que es así, que antes de publicar ningún papel contactan con los afectados para conocer su versión, para darles la oportunidad de explicarse. Por eso me sorprende aún más la actuación del ya ex ministro Soria. 
Este señor, sabiendo que su nombre aparecía en los famosos papeles, dijo públicamente que si algún político aparecía en la lista debía salir inmediatamente a dar explicaciones. Días después aparece su nombre relacionado con una empresa registrada en un paraíso fiscal como Bahamas, y niega ser él, achacando todo a un error y, lo que es peor, mantuvo que la empresa en cuestión no tenía nada que ver con su familia. Al día siguiente, ante la publicación de más documentos que corroboraban que la empresa en cuestión estuvo ligada a su padre, a su hermano y a él mismo, el entonces ministro siguió negando la mayor con explicaciones peregrinas. A partir de ahí todo se complicó para Soria y hoy ha acabado por renunciar a su actividad política. 
A partir de ahora ¿qué? Por un lado, la comparecencia de Soria en el Congreso prevista para el lunes no se producirá porque ya no es diputado, pero puede - debería - dar una conferencia de prensa para explicar qué hay detrás de todo este asunto de las empresas en paraísos fiscales en las que participa o participó, para explicar si pagó a Hacienda, si la Agencia Tributaria estaba al corriente...
Por lo demás, que todo un ministro de un gobierno como el que preside Mariano Rajoy, que ha aplicado recortes a diestra y siniestra dejando tiritando a una clase media y asalariada en estado comatoso, haya montado sociedades opacas para pagar menos impuestos es lamentable y me parece increíble que desde el mismo gobierno, desde el PP, no salgan todos a una para criticar a Soria y reprocharle estas prácticas ¿Será que todo esto no les avergüenza?
Por último, me llama la atención que en su comunicado de renuncia, José Manuel Soria siga sin admitir nada, más allá de un cúmulo de errores, dice, cometidos por él, que están causando problemas al Gobierno y al PP. 
¡Por favor, que alguien le asesore! 

Comunicado de José Manuel Soria.