viernes, 29 de mayo de 2015

RESACA ELECTORAL: REBELIÓN EN EL PP Y OTROS MOVIMIENTOS

Un día tardó Mariano Rajoy en comparecer ante los medios para valorar los resultados electorales del 24 M. Entonces admitió que éstos no habían sido los esperados pero que el PP seguía siendo el partido más votado. Dijo que no tenía intención de hacer cambios ni en el partido ni en el gobierno, que estaba tranquilo y que creía que sería el candidato del PP a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales de otoño. 
La tranquilidad de Rajoy le duró poco. Apenas 24 horas después de su comparecencia, algunos de sus barones, que el lunes en la reunión del Comité Nacional del PP no dijeron esta boca es mía, bien porque no asistieron bien porque no lo consideraron oportuno, están en modo 'apaga y vámonos'. Y ya han anunciado que se van. Eso sí, como son del PP, son dimisiones en diferido.
El primero en abrir la caja de los truenos fue Juan Vicente Herrera, uno de los barones más leales al partido y a Rajoy y, por tanto, nada sospechoso de entrar en batallas para quitar al jefe y ponerse él. De hecho, Herrera no quería ni presentarse  a las elecciones del 24 de mayo como cabeza de lista del PP en Castilla y León, pero Rajoy se lo pidió y aceptó. El PP perdió por la mínima la mayoría absluta en esta comunidad autónoma. 
En una entrevista en Onda Cero, el todavía presidente de Castilla y León acabó diciendo lo que pensaba y posiblemente no tenía previsto decir, al menos ante unos micrófonos. Es cierto que no asistió a la reunión del Comité Nacional del PP el día anterior y, por tanto, no pudo hacer su valoración de los resultados. Una valoración muy diferente a la de Rajoy. Para Herrera, la causas de la debacle electoral están en el propio partido y en el Gobierno. "Hemos abusado del discurso de la recuperación". Una recuperación que, según Herrera, no se percibe entre los ciudadanos. Aceptó su responsabilidad por la pérdida de votos pero también fue muy crítico con algunos miembros del partido por su "arrogancia". Se refería Herrera al "desastre" provocado en la minería leonesa por el ministro Soria, responsable de las políticas energéticas.Y cuando le preguntaron si le parecía bien que Rajoy siga pensando en presentarse como candidato del PP a la presidencia del Gobierno en las generales de otoño, Herrera fue tajante: "Le diría al presidente, mírate al espejo y respóndete a ti mismo". Herrera es más partidario de la renovación en el partido pero también cree que si Rajoy "internamente tiene esa ambición y esa fuerza, no hay en estos momentos otra persona con esa legitimidad".
Renovación. Esa es la palabra que utilizó también el presidente del PP en Baleares, uno de los primeros barones en anunciar su marcha y retar a Rajoy al anunciar la celebración de un congreso extraordinario en próximas fechas y al que no se presentará a la reelección, para dar paso a la "renovación". Al igual que Bauzá, el presidente del PP en Valencia, Alberto Frabra, también anunció su próxima marcha, como la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi. 
De modo que Rajoy se encuentra con una rebelión de barones que le están forzando a plantearse cambios. Lo que no quería.  En los pasillos del Congreso tuvo que matizar que "los cambios se anuncian cuando se han producido" y que en el PP "iremos poco a poco tomando las decisiones oportunas para presentarnos de la mejor forma a las elecciones generales". 
Bauzá, Rudi, Herrera...Se van los que Rajoy no quiere y se queda la que Rajoy, seguramente, querría que dimitiera. Esperanza Aguirre. La lideresa, que no debe de tener ningún sentido del ridículo, en su afán por mantener como sea su parcela de poder, ha planteado todas las opciones posibles de gobierno en la Alcaldía de Madrid para no quedarse fuera. Primero propuso al PSOE un pacto para gobernar juntos y formar un gobierno de centro-centro-izquierda-derecha, incluso ofreciéndole al candidato socialista Antonio Miguel Carmona, ser alcalde. Éste dijo que ni hablar. 
Aguirre ofreció entonces un "gobierno de concentración" formado por PP, PSOE, Ciudadanos y Ahora Madrid, la plataforma apoyada por Podemos. Eso sí, dejando claro a Manuel Carmena, de Ahora Madrid, que nada de montar "soviets" en los distritos. 
Rajoy debería sentir más intranquilidad por las declaraciones de Aguirre que por las próximas dimisiones de sus otros barones. La lideresa, además ha dicho que hay que refundar el PP. Imagino que para echar a Rajoy y ponerse ella al frente del partido. 
Mientras los cimientos del PP se mueven bajo los pies de un Rajoy que no esperaba una resaca electoral tan movidita, en el PSOE comienzan los pasos para recuperar poder a costa de los que sea, incluso de pactar con el "populismo" de Podemos y sus plataformas ciudadanas como Ahora Madrid, entre otras. Ese "populismo" con el que Pedro Sánchez dijo que no pactaría...pero eso fue antes de las elecciones. Y es que hay candidatos socialistas que antes de las elecciones defendían que gobernara la lista más votada y ahora, tras el 24 de mayo, han cambiado de opinión para ver si así gobernan en algún municipio o comunidad. 
También Podemos ha cambiado su discurso de alejarse de la "casta" y ahí anda dejándose querer por todos. Así que Aguirre no es la única que está dispuesta a todo por pillar su parcelita de poder a cualquier precio. Por el momento, Ciudadanos es el único partido que mantiene su anuncio de no entrar en ningún gobierno a remolque de nadie. Y que aceptará llegar a pactos puntuales basados en propuestas, no en siglas. 
Veremos en qué queda todo, pero hoy por hoy las aguas bajan revueltas en el PP y, si no me equivoco, bajarán también revueltas en el PSOE. Atentos al Comité Federal que se celebra este fin de semana. ¿Habrá alguien que le diga a Sánchez que el PSOE sigue perdiendo votos y que a pesar de su nuevo secretario general, o sea él, el partido ha vuelto a quedar por detrás del PP? ¿O es tal el ansia de poder que se mostrarán todos satisfechos de la derrota en las urnas, pensando en posibles pactos con otros partidos? Por lo pronto, Susana Díaz, la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, ya ha hecho las primeras advertencias al partido. 






martes, 26 de mayo de 2015

ELECCIONES 24-M: RAJOY, DON ERRE QUE ERRE

Suele ser costumbre entre los partidos decir que han ganado las elecciones aunque las hayan perdido. Eso es lo que ha hecho el PP a pesar de los malos resultados obtenido en las urnas el 24 de mayo. 
Apenas un día después de las elecciones, el presidente del PP, Mariano Rajoy, sorprendió a todos con una comparecencia ante los medios. ¡Y con preguntas! La sede nacional del PP en Madrid a tope, llena de periodistas. ¿Y qué dijo Rajoy? Pues que habían ganado, aunque no como ellos hubiesen querido. 
"El PP es la primera formación política. No son los resultados deseados, porque hemos tenido una notable pérdida de votos, pero seguimos siendo la opción más votada". "Hemos ganado en 39 de las 50 capitales de provincia y en nueve de las 13 comunidades autónomas". "¡Una victoria incuestionable!", dijo el líder popular. ¿Incuestionable?
Siendo como ha sido el PP el partido más votado, podría decirse sin embargo que es uno de los partidos derrotados este 24-M. Y esto es así porque ha perdido dos millones y medio de votos respecto a 2011; porque ha perdido 10 mayorías absolutas autonómicas y más de 500 municipios. Porque ha perdido gran parte del poder que obtuvo en 2011, y en política lo que importa es el poder. 
La ausencia de mayorías absolutas ha hecho estragos en plazas que durante años habían sido feudos incontestables del PP, como Madrid, Valencia, Valladolid, Cádiz o Aragón. Resultados muy malos que casi con total seguridad dejarán fuera del gobierno a destacados dirigentes populares. 
Es el caso de la lideresa Esperanza Aguirre. La misma que hace unos días, en Espejo Público, aseguraba que iba a obtener mayoría absoluta. La misma que despreciaba a su principal contrincante, Manuela Carmena, con acusaciones falsas. Aguirre está todavía digiriendo el sapo de las urnas y sólo le queda envainársela. Aceptar que su nuevo papel es el de lideresa de la oposición, porque todo apunta a que Carmena, con los 20 concejales de Ahora Madrid y los seis concejales del PSOE, será la nueva alcaldesa de la capital. Una juez con una carrera intachable, dispuesta a recuperar la decencia en la capital y a mantener una charla con Aguirre, de "abuela a abuela". Aguirre, a quien le ha perdido la soberbia, haría bien en aprender de la humildad de Carmena. 
Junto a Aguirre, otro batacazo es el que se ha llevado la eterna alcaldesa de Valencia. Rita Barberá. "Qué hostia", reconoció en privado la regidora. Pues sí. Después de 20 años haciendo y deshaciendo a su antojo, sin que nadie le rechistara, tiene un pie fuera de la alcaldía. Es verdad que el PP ha sido la lista más votada pero también es verdad que Rita Barberá no tiene con quién pactar. Y menos después de cómo plantea el diálogo. Dice que va a hablar con las fuerzas políticas que considere para tratar de llegar a un “acuerdo de Estado frente al radicalismo”. ¡Empezamos bien! Dicen en los mentideros de la ciudad del Turia que Barberá no tiene intención de ejercer de jefa de la oposición. Que no está dispuesta a ver cómo otra persona ocupa el sillón del consistorio que durante dos décadas ha estado en su poder. El radicalismo al que se refiere debe ser Compromís, la segunda fuerza más votada el 24-M. Está claro que no ha entendido nada.  
¿Y qué decir del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva? Otro que no parece haber aceptado con mucha deportividad su más que probable salida de la Alcaldía, después de otros 20 años en ella, con imputación incluida. Este representante del PP más rancio, dijo en la noche electoral tras finalizar el escrutinio, que "mañana empezarán a reunirse los perdedores e intercambiarán cromos". Esos "perdedores" son las tres formaciones de izquierda que seguramente llegarán a acuerdos para gobernar. Otro que no ha entendido el mensaje de los votantes. Veinte años también lleva la popular Teófila Martínez como alcaldesa de Cádiz. Veinte años que han llegado a su fin tras las elecciones del domingo. 
El PP también se ha quedado fuera de importantes gobiernos autonómicos. En Extremadura, José Antonio Monago, admitió en seguida su derrota. "He hecho todo lo que he podido". Si ya era duro para el rey del rap y del hip-hop haber perdido, más duro debió de resultarle ver cómo el presentador de una televisión tuvo la disparatada idea de pedir una valoración de estos resultados a la ex de Monago. Sí, la misma de la que tuvimos noticia por los famosos viajes que el dirigente popular hacía a Canarias siendo senador por Extremadura. "A cada cerdo le llega su sanmartín", dijo la entrevistada. No parece muy partidaria de Monago, que digamos. 
En Aragón, Luis Fernanda Rudi, también se ha quedado a las puertas de conseguir la mayoría suficiente para seguir gobernando. Como María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha, Alberto Fabra en la Comunidad Valenciana, José Ramón Bauzá en Baleares, y Pedro Antonio Sánchez en la Región de Murcia. 
En el reino de los ciegos, el tuerto es el rey. Pues Cristina Cifuentes es el tuerto. Al igual que sus compañeros de partido ha perdido la mayoría absoluta que el PP tenía en la Comunidad de Madrid, pero ha quedado muy por delante del segundo partido más votado, el PSOE. Así que ella confía en lograr apoyos suficientes para gobernar en minoría. Cifuentes se llevó una doble alegría la noche del 24. Por un lado, ser la fuerza más votada y por otro lado, tener la satisfacción de haberle sacado 5.000 votos de ventaja a su compañera de partido. Esperanza Aguirre. Es de sobra conocida la poca sintonía entre la lideresa y Cifuentes, así que a la primera ocasión que ha tenido esta última, ha dejado caer la artillería contra Aguirre. "Esperaba que Aguirre sacara mejores resultados", dijo Cifuentes en una entrevista. A la presidenta del PP de Madrid le habrá encantado oír eso. Segundo sapo para Aguirre. 
Así que con estos resultados, el presidente del PP decidió salir del escondite que le mantuvo fuera de los focos la noche electoral. Después de reunir al Comité Ejecutivo Nacional de su partido, él mismo dio la cara. Algo inusual. Hacía dos años que no comparecía en la sede nacional del partido. Y lo hizo para afirmar que el PP es el partido más votado y admitir algunos errores de comunicación. A partir de ahora, dijo, más cercanía, más transparencia y mejor comunicación. Por si había alguna duda, él mismo salió de detrás del plasma y se sometió a las preguntas de los periodistas. De tres periodistas, sí, pero por algo se empieza. 
Rajoy achacó la pérdida de votos al desgaste típico de un gobierno que ha tenido que tomar medidas impopulares, porque "no es fácil ni gratificante gobernar en tiempos de crisis". Y si en campaña aseguraba que "ya nadie habla del paro", ayer dijo que el objetivo del PP es llegar a pactos con dos objetivos claros: reducir el objetivo de déficit y luchar contra el paro. Vaya, ahora sí hablamos de paro.
Este es un país donde la palabra dimitir no forma parte del vocabulario de los políticos. Se cuentan con los dedos de una mano los que han dimitido en la etapa democratica. En un país donde lo importante no fuera aferrarse al sillón, la misma noche electoral se hubieran sucedido las dimisiones. En el PP y en los demás partidos derrotados. El propio Rajoy ha dicho que no va a plantear cambios, ni en los órganos directivos del partido ni mucho menos en el gobierno. Y como nadie ha dicho, me voy porque los resultados electorales han sido muy malos, todo va a seguir igual en el PP. 
Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y Rajoy dijo ayer que está tranquilo y que cree que se va a presentar a la reelección, porque entiende que de aquí a otoño el partido será capaz de recuperar a los votantes que el 24 de mayo le han dado la espalda. 
¿De verdad en el PP han entendido el mensaje de las urnas?

   








sábado, 23 de mayo de 2015

DE COSPEDAL A SÁNCHEZ, ANECDOTARIO DE CAMPAÑA

En esta jornada de reflexión no es fácil abstraerse de la política y de las elecciones, con los medios de comunicación informando sobre el último día de campaña. Portadas con llamamientos de los líderes. Suplicantes algunos, amenazantes otros. "Cuidado con lo que votas", "No te equivoques al elegir la papeleta", "Si gana este partido no habrá más elecciones democráticas", "Votar a ese partido es votar a los de siempre". Mientras, los políticos pasan un día callados, en familia, rezando en silencio a su santo favorito o encomendándose a las energías del universo, según les dé, para que este domingo su partido sea el más votado, para que los indecisos se decanten por sus candidatos. 
No son estas unas elecciones al uso. Hasta ahora, PP y PSOE, eran los grandes adversarios, mientras otros partidos se conformaban con las migajas. Ahora no. Ahora, a PP y PSOE se suman Podemos y Ciudadanos como serios adversarios a los que tener en cuenta. El escenario es diferente y quizá, por eso, durante esta campaña las anécdotas han dado paso a un final de campaña virulento y con acusaciones subidas de tono.
Como es día de reflexión lo mejor es recordar algunas anécdotas de la campaña, empezando por la secretaria general del PP y candidata a la reelección a la Presidencia de Castilla-La Mancha. “Hemos trabajado mucho para saquear nuestro país”, dijo María Dolores de Cospedal. Qué verbo más desafortunado teniendo en cuenta los “saqueos” que cada día aparecen en las noticias. Cospedal ya tuvo un lapsus similar en 2012 al decir que el PP hacía "una política económica, presupuestaria y social para saquear a Castilla-La Mancha".  Y qué decir de ese otro tropiezo, esta vez geográfico, durante un mitin junto al presidente extremeño, José Antonio Monago, que dejó a todos pasmados: “Encantada de estar aquí en las Hurdes, en Andalucía”.
El propio Monago, candidato a la reelección, comenzó su campaña con un rap imposible, siguió anunciando que el hip hop será asignatura en los colegios extremeños y terminó con un autobús de campaña atascado en un arco con cinco siglos de historia, que quedó un poco perjudicado. En el PP, otro lapsus fue el de Clara San Damián, candidata a la Alcaldía de Zamora. "No vamos a fallar a los ciudadanos como tampoco el  Partido Popular ha follado a los españoles", dijo. El PP de Castilla-La Mancha, la misma región donde manda Cospedal, emitió una nota en la que se leía que “los gobiernos de Barreda (ex presidente socialista) y Rajoy dejaron una herencia ruinosa con 230.000 parados en nuestra región". En una nota posterior se rectificó, sustituyendo a Rajoy por el socialista García-Page.
Lapsus también el del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. Defensor del diálogo, de situarse en el centro político y de hacer una nueva política y de cambio sensato, en un mitin le escuchamos decir que “lo que necesita España es venganza, no Justicia”.


En el PSOE, Pedro Sánchez ha viajado por toda España con Juana y Valeria. Gracias a un reportaje simpatiquísimo de El Objetivo, de Ana Pastor, las hemos conocido. En sus primeras intervenciones el secretario general del PSOE decía: “os voy a contar algo” y hablaba de Juana.  Desempleada unas veces, trabajadora en otras, con un sueldo de miseria; con hijos, sin hijos… vivía en Zaragoza, en Mérida, en Castellón… Juana, siempre Juana. Víctima de las políticas del PP, de los recortes, de la reforma laboral. Juana, con la que Sánchez decía haber hablado.
A mitad de campaña, Sánchez, no sabemos muy bien por qué, cambió a Juana por Valeria. Comenzó a referirse a Valeria. Una Valeria que tan pronto tenía un trabajo mal pagado como tenía que pluriemplearse para sobrevivir, o estaba en la cola del paro. Valeria malviviendo en Barcelona o en Alcorcón, incluso en Santiago de Compostela. “Me lo ha contado la madre de Valeria”, decía Sánchez. Un día Sánchez dudó, empezó a contar la historia pero no se acordaba del nombre. “Se llama…no lo recuerdo bien, creo que se llama Verónica…no lo recuerdo bien”.
“¿Pero con quién habla esta gente?, se preguntaba Sánchez después de contar, mitin tras mitin, la mala vida que llevaban Juana y Valeria por culpa de las políticas del PP.  Tengo claro que los populares hablan con la niña de Rajoy. Lo que me pregunto es con quién hablaba realmente Sánchez. Y lo que es más importante aún, quién le ha llevado la campaña a Sánchez, quién le ha escrito las intervenciones y quién se ha inventado a Juana y a Valeria o Verónica.
Por lo demás, la campaña nos ha dejado imágenes como las de Rajoy, Aguirre y Cifuentes en bicicleta o vídeos caseros con músicas. Lo normal, vamos. Por no hablar de los actos con obsequios como los condones que repartía el alcalde de Getafe, el popular Juan Soler. “Sensibilidad y eficacia”, era su lema. O los perritos calientes a los que invitó en un mitin la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Esto me recuerda que en la reciente campaña electoral en el Reino Unido, la policía abrió una investigación y tomó declaración a un candidato del UKIP por ofrecer salchichas de hojaldre, muy populares en el país, en una fiesta celebrada en plena campaña. La hospitalidad podía haberle costado, además de una multa, la propia candidatura, pues la legislación electoral es muy clara al respecto: los candidatos que antes, durante o después de la campaña ofrezcan comida, bebida o diversión pueden incurrir en un posible delito de “intento de corrupción” para influir en el voto de los ciudadanos agasajados. Igualito que en España, donde hemos pasado de los bocadillos a los perritos calientes.


                                                                                      



                                                                                           







miércoles, 20 de mayo de 2015

LA CARA Y LA CRUZ DE CIUDADANOS

Vaya por delante mi simpatía por lo que comenzó llamándose Movimiento Ciudadano hace un par de años y hoy es Ciudadanos, el partido que más sube en intención de voto, según las encuestas. Un partido que obtuvo representación en el Parlamento Europeo en las elecciones del pasado año y que en las elecciones andaluzas de marzo obtuvo nueve importantes escaños en el Parlamento autonómico. Un partido que, según las encuestas, va a convertirse en lo que los cursis llaman "la llave de la gobernabilidad" en muchos ayuntamientos y Comunidades Autónomas después de los comicios del próximo 24 de mayo. 
A ver qué pasa, porque en este país las encuestas las carga el diablo. En este país y en el Reino Unido, por lo visto. En el país vecino, donde se acaban de celebrar elecciones generales, las encuestas coincidieron en pronosticar una histórica derrota del partido conservador de David Cameron. El primer ministro, ya con las maletas hechas para abandonar la residencia oficial, parecía haberse resignado. Pero llegó el día de las elecciones y las urnas dejaron claras dos cosas: que no hay que fiarse de las encuestas, y que a los ingleses les va la marcha, porque David Cameron no sólo no perdió sino que obtuvo una victoria tan amplia, que seguirá viviendo en Downing Street y gobernando en solitario, ahora sí, otros cuatro añitos. 
Aquí ya sabemos por experiencia que esto puede pasar. Y en estos comicios más, teniendo en cuenta el elevado número de indecisos que hay a menos de una semana de las elecciones municipales y autonómicas. Leo con sorpresa que el porcentaje de votantes que aún no saben a quién van a votar se sitúa entre el 30 y el 45 por ciento. ¿Tantos? Entre ellos, está claro que habrá mucho 'voto oculto', personas que saben a qué partido van a votar pero no quieren que se sepa y dicen que no saben. Así que, cuidado con las encuestas.  
Ciudadanos, por lo demás, es el enemigo a batir para el resto de las formaciones políticas, pues parece que a todos resta votos. Y es que, además de las encuestas, Albert Rivera es el político mejor valorado. No es de extrañar que esto sea así, teniendo en cuenta al resto de los líderes. Rivera desprende una simpatía que otros no tienen, una frescura que ya quisieran algunos, como Pedro Sánchez, que se presenta como ese tío cercano, simpático, pero que le pierde esa pose de 'mecachis qué guapo soy'. No sé, para mí que le falta algo. No acaba de convencer, ni en su propio partido. Pero bueno, mejor que Rajoy, ¡dónde va a parar! Rajoy tiene a su favor su galleguidad, esa retranca, esa forma de hablar sin decir nada o diciendo más que lo justo. La verdad es que en estos años se ha soltado, pero no suficiente. Y con los casos de corrupción saliendo a diestra y siniestra de la chistera del PP, lo que transmite es de todo menos honradez y cercanía. En cuanto a Pablo Iglesias, pues sí, lo de la coleta es muy de colega. Y seguro que lo es. Pero tiene malas pulgas, poca paciencia, se irrita con demasiada facilidad y cae con frecuencia en el insulto. Así que Rivera, con esa cara de no haber roto un plato y su simpatía, sin un mal gesto, se lleva a la gente de calle.  
Lo que ocurre dentro del partido es otra cosa. Porque en C's no es oro todo lo que reluce y corre el riesgo de ver empañada su imagen por conductas propias de los partidos viejos, esos de los que Ciudadanos reniega. C's se presenta como el partido del cambio sensato, pero parece que no se ha conducido con demasiada sensatez a la hora de crear las listas electorales. En su afán por estar presente en la mayor parte del territorio ha incluido en ellas a personajes y personajillos con perfiles políticos poco claros y cabezas de lista que, en los casos más escandalosos, el propio partido ha tenido que expulsar. Por no hablar de la inclusión de personas que no sabían que se presentaban a las elecciones. 
Este es un partido que lleva a gala su carácter democrático y transparente, que promueve la elección de sus órganos de representación a través de primarias, que pide a los demás partidos que establezcan el mismo sistema de primarias para la elección de sus candidatos. Todo eso está muy bien. Por eso, al igual que la mujer del César, Ciudadanos no sólo debe ser transparente sino parecerlo y, entre otras cosas, permitir con total naturalidad la presencia de una nueva corriente crítica denominada Democracia en C's. Formada por simpatizantes y militantes, defienden la elección en primarias abiertas, libres y participativas. Son personas comprometidas con el espíritu del partido, pero que critican que se hayan 'colado' candidatos arribistas, garbanzos negros, que pueden hacer mucho daño al partido.
Rivera, mientras, se ha convertido en el hombre de moda a pesar de llevar años en el parlamento catalán. Todo el mundo le conoce. Todo el mundo sabe quién es. Radios, televisiones, periódicos, revistas, semanarios...todos le entrevistan. Albert se hace querer. Es muy cercano. Y eso está muy bien. 
Pero, empeñado por ser original y no repetir siempre lo mismo, ha acabado metiendo la pata con ocurrencias como la de afirmar que la regeneración del país sólo pueden hacerla quienes han nacido en democracia. Los nacidos antes de 1975 somos sospechosos o incapaces. A Rivera le llovieron por todos lados las críticas, e intentó salir al paso como pudo, diciendo que sólo pretendía comparar a su joven candidata a la alcaldía de Madrid, Begoña Villacís, una abogada nacida en el 77, con la candidata del PP, Esperanza Aguirre. Error, craso error. Para atacar políticamente a Aguirre hay mucho donde escoger. Sólo hay que ver el Intermedio. La edad no debería ser arma arrojadiza para nada. Bastante tenemos ya con el excluyente mercado laboral. De modo que si algún día me da por entrar en política, que no creo, espero que nadie dude de mi capacidad e intenciones de participar en la regeneración del país, por el sólo hecho de no haber nacido en democracia.
Por lo demás, Rivera también ha tenido que matizar otro tema espinoso relacionado con el "uso impropio de la vivienda". Según el programa de C's, habría que establecer un límite máximo de habitabilidad. A la pregunta de en qué consistiría, el secretario de Acción Política del partido, Antonio Espinosa, dijo a El Mundo que "un buen criterio son dos personas por habitación". Está claro que Espinosa ha nacido después de 1975, que no conoció el baby boom de los años 60 con familias numerosas, pero numerosas de verdad, no la birria que hay ahora de tres hijos. Nosotros éramos seis hermanos y no tenía ningún mérito. Había familias con más de 10 hijos e incluso 20. ¡Cómo creen en C's que vivían! Es cierto que las casas eran más grandes que las de ahora, pero con todo, en las habitaciones dormían más de dos, de tres y hasta más de cuatro o cinco hermanos gracias a las famosas literas. De verdad, puedo entender el fondo de lo que propone Ciudadanos de evitar los pisos patera, pero la solución raya el ridículo, reconozcámoslo. De hecho Rivera tuvo que salir al paso diciendo que su partido no va a entrar en cuántas personas duermen en una habitación. ¡Sólo faltaba!

Así que después de una semana de soportar críticas, de recibir algún que otro rapapolvo y de ser tildado de "niñato", Rivera ha decidido limitarse a seguir el guión con el que le estaba yendo muy bien, según las encuestas. A repetir lo que ya sabemos y que tanto interés está despertando: que Ciudadanos es un partido que quiere gobernar para todos, y no sólo para la mayoría como dice el PSOE en sus desafortunados carteles de campaña. Un partido que propone una nueva forma de hacer política basada en el diálogo, para los ciudadanos, alejada de los despachos, que quiere resolver los problemas de verdad, empezando por el paro. Porque el paro, aunque Rajoy diga que ya no se habla de él, sigue siendo el mayor problema del país. Un partido, Ciudadanos, que está en contra de la corrupción, como no podía ser de otro modo. En definitiva, el partido naranja se presenta como el partido del cambio sensato. Estaremos atentos a ver si no acaba como los otros partidos, donde el que se mueve no sale en la foto, donde no se admiten críticas constructivas, donde se actúa como si fueran sectas en vez de organizaciones democráticas. 



Cartel con el que se presentó Albert Rivera 
a las elecciones catalanas en 2006





lunes, 18 de mayo de 2015

SE EQUIVOCÓ SUSANA DIAZ

El día que Susana Díaz tomó la decisión de adelantar las elecciones en Andalucía no imaginó un escenario como el actual, no pensó que se le iban a complicar tanto las cosas. Casi dos meses han pasado desde entonces y sigue siendo presidenta en funciones de la Junta. En tres ocasiones su investidura ha sido rechazada con los votos de la oposición. Tres intentos fallidos, tres. La posibilidad de convocar nuevas elecciones empieza a barajarse como solución para salir del actual bloqueo, según ha dicho la propia Díaz
Cuando el pasado 22 de marzo los andaluces acudieron a las urnas, Díaz confió demasiado en ese fiel votante que ha permitido al PSOE gobernar con mayoría absoluta desde 1978. Un votante que en 2012 no fue suficiente y obligó al Partido Socialista a buscar en IU el socio de gobierno que le permitiera seguir dirigiendo el destino político de Andalucía. Tres años de gobierno de coalición que acabaron con las elecciones anticipadas. La dirigente socialista culpó a IU de provocar el adelanto electoral. Acusó a la coalición de deslealtad y de impedirle gobernar. 
IU negó la mayor y aseguró que la ruptura se debía a una estrategia de la propia Díaz para salvar al PSOE andaluz y a ella misma del desgaste que, según las encuestas, sufre el PSOE nacional. Una estrategia ante las elecciones municipales del 24 de mayo y ante las generales previstas para finales de este año. La presidenta andaluza debió pensar que si adelantaba las elecciones en su comunidad un año, si las celebraba antes que el resto de los comicios, evitaría el efecto contagio y saldría airosa. Su estrategia pasaba por recuperar los votos que devolvieran la mayoría absoluta a su partido. ¿En qué se basó para ello? ¿Confió Susana Díaz en su poder de convocatoria, en su simpatía, en el apoyo que recibió de Felipe González? ¿En las encuestas...? 
Lo que está claro es que cometió el gran error de despreciar a las dos formaciones políticas emergentes, Podemos y Ciudadanos, que después de las elecciones de marzo se han convertido en la llave de la gobernabilidad en el parlamento andaluz. Díaz tiene razón cuando recuerda que el PSOE fue el partido más votado. Pero sin mayoría. ¿De verdad pensaba que el escándalo de los EREs no le iba a restar votos al PSOE, a pesar de la cantidad de políticos y altos cargos socialistas presuntamente implicados en el fraude? ¿A pesar, incluso, de la imputación de Manuel Chaves y José Antonio Griñán?
Tal y como está el patio andaluz en estos momentos, no parece que la estrategia de Díaz de adelantar las elecciones fuera la más acertada. Ahora se encuentra en minoría y los apoyos necesarios para formar gobierno se le resisten, por el momento. ¡Qué tiempos aquellos en el que el PSOE arrasaba en las urnas! Esos tiempos se han acabado y Susana Díaz tiene que pactar para volver a ser presidenta de Andalucía. Con IU, lógicamente no va a pactar, por razones obvias. Con el PP, ni se plantea. Es con Ciudadanos y con Podemos con quienes anda negociando sin que, hasta la fecha, haya sido posible el acuerdo. Tres intentos fallidos, tres. La investidura de Susana Díaz que no llega. "Lo pagarán" en las urnas, ha advertido la presidenta en funciones refiriéndose a los partidos que, según ella, están "bloqueando, obstruyendo y obstruyendo las instituciones". "Los socialistas estamos aquí para ser útiles a la sociedad", ha declarado sin sonrojarse la presidenta en funciones. Vaya, parece que ahora se ha despertado en ella el sentido de Estado. Cuando fue ella la que rompió la baraja por un interés partidista. Entonces no le importó la ciudadanía, ni ser útil a la sociedad. Ahora apela al sentido de Estado de Ciudadanos y Podemos y, de paso, acusa al líder del PP, Mariano Rajoy, de estar detrás de esta conjura contra ella. 
Ciudadanos y Podemos, por su parte, le han pedido la Luna a Díaz a cambio de apoyar su investidura, sabiendo que ni puede ni quiere darles la Luna. Y es que ninguno de los dos partidos quiere retratarse antes de las elecciones municipales del 24 de mayo. Si lo hicieran, perderían el apoyo de votantes que ven en ellos una nueva forma de hacer política, lejos de los viejos partidos, del PP y del PSOE, salpicados por la corrupción. 
Una corrupción de la que Díaz se había librado hasta ahora. Y digo hasta ahora porque acaba de aparecer en escena una adjudicación presuntamente irregular de la mina de Aznalcóllar realizada por la Junta de Susana Díaz. El grupo Ecologistas en Acción, personado como acusación particular, ha advertido de que no tendrá reparos en llevar a la presidenta en funciones "ante el Tribunal Supremo, porque ella ha sido la impulsora de la demencial política minera". 
Con independencia de cómo evolucione este nuevo caso de presunta corrupción en el entorno del PSOE, a Ciudadanos y Podemos les ha venido de perlas, porque les ha dado el argumento definitivo para no apoyar la investidura de la dirigente socialista, al menos hasta después de las elecciones del próximo domingo. Con los resultados en la mano comenzará el momento de cambiar cromos. La investidura de Díaz por algunos gobiernos municipales e incluso autonómicos. Y si no, al tiempo.


viernes, 1 de mayo de 2015

MONEDERO Y LAS ENCUESTAS CONTRA PODEMOS

A menos de un mes de las elecciones municipales y autonómicas, la carrera se está poniendo interesante e inquietante para algunas formaciones políticas. 
Es el caso de Podemos. La marcha de su cofundador, secretario de programa, miembro del consejo de coordinación y del consejo ciudadano, Juan Carlos Monedero, se produce a pocas semanas de la campaña y con las encuestas indicando una constante pérdida de posición en cuanto a intención de voto.
Monedero no ha querido esperar. O quizá el partido no ha querido esperar, porque la dimisión de Monedero la anunció Pablo Iglesias después de una entrevista del todavía número tres en la que criticaba a Podemos. 
Monedero dijo sentirse "decepcionado" con el partido por su deriva hacia posiciones más parecidas a la denostada casta, y criticó que haya moderado su discurso. También admitió que le gustaría que Podemos recuperara su "frescura" y sus "orígenes". O lo que es lo mismo, las promesas imposibles de cumplir. Monedero lamentó que en Podemos se "considere más importante un minuto de televisión" que reunirse con sus bases o círculos
Dijo también sentirse decepcionado con la política. Y eso que sólo puso un pie en ella. Se sintió perseguido por los periodistas y los políticos de la casta. Pero claro, cuando te presentas como adalid de la honestidad y le dices a Montoro que no le tienes miedo 24 horas después de haberte puesto al día con Hacienda, tras destaparse un posible fraude fiscal, pues es normal que te critiquen los de la casta. Muy ingrata es la política, sí. Sobre todo si te buscan y te encuentran.  
Y qué dice Pablo Iglesias de todo esto? Para mí que fue él quien le dijo a Monedero que para tirar piedras sobre el tejado de Podemos, mejor que se marchara. A Iglesias le amargaron las declaraciones de Monedero, como amarga un limón. Después de todo, Monedero nunca encajó en Podemos, no deja de ser un "intelectual que necesita volar", según palabras del propio Iglesias. Y para Podemos, que está de capa caída, pues mejor si el verso suelto ya no está y deja de acaparar protagonismo con declaraciones encendidas y fuera de tono. A ver si mientras Monedero se echa a volar, Podemos remonta el vuelo. Aunque no creo que la ausencia del "intelectual" vaya a ayudar mucho al partido que se formó apenas hace un año para dar respuesta a las denuncias del movimiento 15M. 
Su moderación puede ser su perdición. Sus votantes son, en gran parte, los que piensan como el ex número tres. Al igual que éste, es más que probable que estén también empezando a sentirse decepcionados. Dentro de unas pocas semanas sabremos si Podemos es flor de un día o no.