miércoles, 23 de diciembre de 2015

SE BUSCA PRESIDENTE DEL GOBIERNO PARA LEGISLATURA BREVE PERO INTENSA

Los resultados de las elecciones generales celebradas el 20 de diciembre han confirmado el final de las mayorías absolutas, la entrada con fuerza en el Congreso de los Diputados de dos nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos, y la debilidad del bipartidismo encarnado durante años por PP y PSOE. Pero, sobre todo, los resultados han dejado una situación complicada para la formación del nuevo gobierno. Un puzzle en el que encajar las piezas no va a ser fácil, salvo que los políticos nos desmuestren que saben estar a la altura de las circunstancias. Y éstas son que va a hacer falta diálgo, capacidad de entendimiento, disposición para actuar en beneficio del país y no en el interés partidista y personal. Es decir, políticos de verdad, con un gran sentido de Estado que busquen la estabilidad del país.
Esto es así porque el PP, aún siendo la fuerza más votada con 123 escaños, se ha quedado muy lejos de los 176 que se necesitan para la mayoría absoluta en el Congreso; el PSOE ha obtenido los peores resultados de su historia y cuenta con 90 escaños. Después están Podemos con 69 diputados y Ciudadanos con 40, ERC con nueve, el partido de Artur Mas con ocho, PNV con seis, la coalición de Alberto Garzón con dos, Bildu otros dos, y CCA-PNC uno. Este es el reparto de escaños en la Cámara baja. En el Senado, el PP cuenta con mayoría absoluta, pero todo apunta a que esta va a ser una legislatura corta pero intensa y apasionante, si es que logra echar a andar. Por lo pronto, todos los dirigentes políticos están dispuestos a hablar y eso es una buena noticia, siempre que ese diálogo no se haga bajo premisas partidistas díficiles de aceptar por el resto de los partidos.  
Mariano Rajoy, como líder del partido más votado, ha tomado la iniciativa y hoy mismo ha comenzado con Pedro Sánchez la ronda de contactos para tantear el terreno. "Es su responsabilidad -la de Rajoy- intentar formar gobierno según las reglas del juego", ha dicho el líder socialista al término de la reunión en La Moncloa. Claro que, a continuación, ha dejado claro que su partido no apoyará la investidura de Rajoy. Es decir, que éste no será investido presidente porque, sin la abstención del PSOE, no le salen las cuentas. De modo que Sánchez lo que no está diciendo es que él es quien va a intentar formar gobierno cuando Rajoy comprenda que se le cierran todas la puertas, por mucho que hoy se le llene la boca de frases grandilocuentes. 
Para el PP, el voto en contra del PSOE es la constatación de que Rajoy debe abandonar La Moncloa. El Partido Popular se ha quedado tan lejos de la mayoría absoluta que no le bastan los apoyos de antaño, es decir del PNV y CC. No digamos de CiU, que ya ni existe, y lo que ha quedado es un partido liderado por un Artur Mas al que sólo le importa la independencia de Cataluña ¡Qué tiempos aquellos en los que Aznar hablaba catalán en la intimidad con Pujol, obteniendo así el PP el apoyo de CiU para gobernar en minoría pero sin sobresaltos. Ahora todo eso ha cambiado. Ciudadanos ha dicho que no votará a favor de la investidura de Rajoy, que se abstendrá para permitir dar algo de estabilidad a un gobierno renqueante. Podemos votará en contra; imagino que lo mismo harán los nueve diputados de ERC y los ocho de DL - el grupo de partidos en el que está Mas; al igual que el resto de fuerzas minoritarias. Ni siquiera el hipotético apoyo de los seis parlamentarios del PNV darían a Rajoy el número suficiente de votos para seguir en La Moncloa. Así que parece más que evidente que Rajoy no será el próximo presidente del Gobierno.
La otra posibilidad, con la que Pedro Sánchez juega aunque no lo diga, es ser él presidente de un gobierno multicolor, multifacético, multitodo, si se me permite la expresión, en el que la voz cantante la tendrían Podemos y ERC. En el PSOE, algunos barones ya han saltado al ruedo para decir que, cuidadito con querer llegar a La Moncloa a toda costa, porque no todo vale en el Partido Socialista y menos si lo que está en juego es la unidad del páis. Ferández Vara y Susana Díaz, entre otros, han dicho que ir de la mano de Podemos, cuya premisa para pactar es la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña, no forma parte de la hoja de ruta del PSOE. Sánchez, sin embargo, parece ir a lo suyo y hoy mismo ha dicho que las decisiones, al final, las toma él que para eso es el secretario general del partido. Olvida Sánchez que existe un órgano del partido encargado de decidir sobre pactos ¿Está Sánchez dispuesto a todo, incluso a llevarse por delante al partido, con tal de convertirse en el próximo inquilino de La Moncloa? Es lo que le faltaba al partido de Felipe González. 
El próximo 13 de enero se constitiyen las nuevas Cortes Generales y será entonces cuando veamos hasta qué punto los políticos van a demostrar su capacidad de diálgo. La composición de las Mesas del Congreso y del Senado y la elección de sus respectivos presidentes nos dará una idea de por dónde van a ir las negociaciones. Ojalá los políticos de las cuatro fuerzas parlamentarias mayoritarias actúen con la suficiente altura de miras como para no tener que repetir las elecciones dentro de dos meses, y permitan que el Congreso se convierta en el centro de la actividad política aunque sea durante una legislatura de un año y medio o dos. 
Mientras tanto, España mantiene colgado el cartel de 'Se busca presidente del Gobierno'. 

¿Aquí no dimite nadie?
Una última reflexión sobre el 20D que no quiero dejar pasar. Me sorprende que ni en el PP ni el PSOE se haya hablado de dimisiones tras los desastrosos resultados electorales. 
No entiendo que Rajoy siga postulándose como presidente, en vez de entregar el testigo al partido. Sobre todo, porque, como he dicho, no parece que vaya a lograr los apoyos necesarios en el Congreso de los Diputados para seguir como presidente del Gobierno. En el PP, su antecesor en el cargo, José María Aznar, que se la tiene jurada a Rajoy por díscolo, dijo el lunes que sería bueno celebrar un congreso cuanto antes para elegir al nuevo líder del PP, y que ese congreso debería ser abierto. ¡A buenas horas mangas verdes! Aznar, que con su dedo designó a Rajoy su sucesor ahora quiere que los militantes decidan. En fin, ver para creer. Lo que creo que es Rajoy no deberá esperar a la celebración del congreso del PP, y haría bien en dimitir si no logra ser investido presidente del Gobierno. A ver...
En el caso de los socialistas, era obligada la renuncia de Pedro Sánchez la misma noche de las elecciones, después del revolcón en las urnas, después de perder 20 escaños con respecto a las elecciones anteriores, después de quedarse por debajo de los cien diputados. Es una pena que
Sánchez no se parezca a Joaquín Almunia, candidato a la presidencia del Gobierno en el año 2000, que tras la derrota electoral y la pérdida de 16 escaños, presentó su dimisión como secretario general la misma noche de las elecciones. Sánchez, que desde que es secretario general, sólo ha visto cómo el PSOE ha ido perdiendo apoyos entre los votantes en las distintas elecciones que se han celebrado, no sólo no ha dimitido sino que ha amenzado con presentarse a la reelección como secreterario general del PSOE. 

Reparto de escaños tras los resultados de las elecciones generales del 20D.









miércoles, 16 de diciembre de 2015

20D: DEBATES EN CAMPAÑA O CÓMO NO MORIR EN EL INTENTO

Han pasado ya los dos grandes debates de la campaña electoral. Primero, el que reunió a los candidatos a la presidencia del Gobierno de las cuatro formaciones políticas que, según las encuestas, obtendrán más votos. Uy, perdón, que no estaba el líder del PP. Mariano Rajoy mandó a su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría. 
Segundo, el ¿debate? que enfrentó, porque aquello fue un enfrentamiento, por un lado, a Pedro Sánchez, peso pesado del socialismo, y por otro, a Mariano Rajoy, peso pluma del PP.
A estas alturas se ha escrito y se ha dicho de todo sobre los dos debates. Mi conclusión, en el caso del que reunió a Pedro Sáncehez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría, es que los mejores fueron los periodistas encargados de moderar y preguntar, Ana Pastor y Vicente Vallés. Los políticos me decepcionaron. Los cuatro, sí. Incluso Albert Rivera, que parecía que tenía hormigas en el cuerpo. ¡Por favor que alguien le dé algo a este chico para que pare de moverse!, pensaba yo, nerviosa.
Al día siguiente las encuestas decían que había ganado Pablo Iglesias. Yo no lo creo porque su discurso demagógico ya nos los sabemos. Qué fácil es ofrecer el país de las maravillas sabiendo que no vas a gobernar. No necesitas respaldar dichas propuestas, a las que yo me apunto ¡cómo no!, con datos, con números, con cifras que expliquen de dónde vas a sacar el dinero para hacer de España ese idílico país. Además, cometió, para mi gusto, un error enorme. Fue sin chaqueta y acabó haciendo un Camacho. Y eso queda mal. Qué decir de Pedro Sánchez. No le tengo manía, aunque lo parezca, pero no puedo con esa sonrisa permanente que, de nuevo, no se quitó en todo el debate. Lo peor, a mi juicio, además de la sonrisa, fue que hablaba mirando a la cámara en vez de a sus oponentes, incluso cuando estos se dirigían a él. Un político que no mira de frente, malo. 
Mariano Rajoy no fue al debate. ¿Para qué? ¿Qué necesidad había? Lo mejor, la explicación de Soraya cuando le preguntaron los periodistas. "En el PP somos un equipo". Y se quedó tan pancha. Con un par, sí señor.Vaya papelón para la vicepresidenta del gobierno y número dos por Madrid en la lista al Congreso de los Diputados. Estaba la mujer toda tiesa, hierática incluso. Normal, yo creo que no era capaz de digerir tamaña excusa para estar allí en vez de su jefe. No digo nada del contenido porque no me llamó la atención el discurso de ninguno. Más de lo mismo. 
El segundo debate fue el que celebraron cara a cara Rajoy, esta vez sí, y Sánchez. En el momento en el que los argumentos fueron sustituidos por los insultos, comprendí que el 20 de diciembre este país necesita de verdad otros políticos. Antes de que los dos perdieran los papeles, el debate era aburrido, rancio, previsible con el "y tú mas", carente de contenidos. No pude terminar de verlo. Sí me sorprendió la transformación del dirigente socialista de un debate a otro. En una semana pasó del sonriente Pedro "Bello", de los autos locos, al increíble Hulk ¡Qué barbaridad! ¿Pero quién es el asesor de Sánchez? Alguien del PP, como mínimo. ¿Quién tuvo la peregrina idea de animarle a saltar al cuadrilártero y sustituir la insufrible sonrisa por la carra de perro? El juego limpio, el fair play, que dicen los angolsajones, debería ser para los políticos un princpio fundamental de sus actuaciones. Tratar de arañar votos con insultos es torpe y mediocre. 
Con todo, me alegro de que haya debates. Creo que es bueno que los políticos debatan pero sería aconsejable darle una vuelta a los formatos para que sean más ágiles; y sería bueno también que no quedaran fuera de esos debates partidos como IU o UPyD, que tienen representación política en el Parlamento.  
Y a todo esto, ¿sirven los debates para atraer el voto o incluso para cambiarlo? No sé qué dirá ese 40% de indecisos. 

Nota:
A pocos días para que termine la campaña, esta tarde un chico de 17 años le ha dado un puñetazo en la cara a Mariano Rajoy cuando paseaba por la plaza de La Peregrina, en Pontevedra. Un suceso lamentable e injustificable. Si lo que quería este energúmeno era salir en la televisión, hay formas más pacíficas. Si pretendía expresar su malestar con el Gobierno del PP, recordarle que el domingo hay elecciones, aunque él no pueda votar, y que son las urnas los que quitan y ponen a los gobiernos, nos gusten o no los resultados.    
La violencia, verbal o física, quita la razón a quien la practica, por muy poderosa que ésta sea. 
Debate a cuatro organizado por Atresmedia.









sábado, 5 de diciembre de 2015

20D: ARRANCA LA CAMPAÑA CON EL CIS COMO PROTAGONISTA

Por fin ha comenzado oficialmente la campaña para las elecciones generales del 20D. Digo por fin porque llevamos meses en precampaña. Desde el viernes los líderes políticos ya pueden pedir el voto directamente en las calles, en los mítines, en la televisión, ya sea cocinando con Bertín Osborne o ante un atril en un debate a tres o cuatro, según se anime o no el PP a participar. Qué entretenido todo. Qué ganas de que llegue el 20 de diciembre para saber cómo va a quedar el Congreso de los Diputados y, por qué no decirlo, también el Senado. 
Una cosa ya podemos anticipar. Y es que no habrá mayoría absoluta de ningún partido, según todas las encuestas. Bien, creo que es una buena noticia para la salud democrática de este país que tanto ha sufrido en los últimos cuatro años el absolutismo popular. 
Los sondeos, como dije en una entrada anterior del blog, se suceden y, según quién los haga, beneficia a unos o a otros. Así que vaya por delante que las encuestas son sólo eso. Los resultados, al final, serán los que salgan de las urnas el próximo domingo 20 de diciembre. 
De entre todos los estudios, el del CIS es el que más repercusión tiene. Y en esta ocasión ha sido el que ha dado el pistoletazo de salida a la campaña electoral. El día antes de que ésta comenzara, se hizo pública la encuesta sobre intención de voto realizada por el organismo oficial entre el 27 de octubre y el 16 de noviembre. 
¿Y qué es lo que dice el CIS?  
Dice que el PP de Mariano Rajoy ganará las elecciones. La verdad, no puedo entenderlo ¿Después de estos cuatro años de recortes a costa de los trabajadores, de una reforma laboral brutal que ha convertido los sueldos en subsidios y ha fomentado la precariedad en el empleo, después de cuatro años de mentiras y va a continuar siendo el partido más votado? No lo comprendo. Al menos, me consuela saber que no obtendrá mayoría absoluta, si se confirma el resultado, ya que los populares pasarían de 186 diputados que tienen en la actualidad a 120-128. 
La segunda reflexión es que el PSOE de Pedro Sánchez sigue en caída libre. Según el CIS, los 110 diputados actuales se quedarían en 77-89. Esto sí que es para echarse a temblar porque, de nuevo, sería el peor resultado de la histórica formación. En el partido, los datos han sido recibidos como un jarro de agua helada, no fría, helada. Este partido, que desde el año 2008 ha ido perdiendo apoyos entre los votantes, eligió un secretario general cuyo tirón es más que dudoso. Y eso que Sánchez aparece como el  segundo líder mejor valorado, detrás del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.
Creo que el PSOE lleva años equivocándose. Primero, al hacer una renovación entre sus filas que ha dejado fuera a personas muy válidas, políticos de toda la vida cuya experiencia y compromiso con los principios socialistas eran perfectamente compatibles con los nuevos tiempos. Segundo, por su indefinición en asuntos importantes, como el tema catalán, por citar el más actual (Así le ha ido al PSC en las elecciones autonómicas). Y tercero, por sus discursos vacíos de contenido, y en este punto, tengo la impresión de que Sánchez es el principal responsable. Está claro que no acaba de transmitir ilusión ni resulta creible. Sus intervenciones, al menos a mí, no me dicen nada.  
El PSOE, además, tiene en contra la aparición de dos partidos que buscan ocupar parte de su espacio político: Ciudadanos y Podemos. 
En el caso de Ciudadanos, el partido que se autodefine de centro, el sondeo del CIS le da entre 63 y 66 escaños. Su presidente, Albert Rivera, es el líder mejor valorado por los encuestados y no se cansa de decir que él no es ni de derechas ni de izquierdas, que lo suyo es una nueva forma de hacer política basada en la regeneración política y democrática de España, que quiere poner en marcha una segunda transición en la que la sociedad civil sea la protagonista. Lo hará o no, pero es incuestionable que Ciudadanos es la única fuerza política que aumenta en intención de votos, mientras el PP se ha estancado y el PSOE, como he dicho sigue en caída libre. 
Al PSOE también le intenta comer terreno Podemos, el partido de Pablo Iglesias que sorprendió en las elecciones europeas y que ha ido perdiendo fuerza y apoyos. Y es que, claro, cuando uno se presenta poco menos como el partido de la revolución, el partido que va a poner a los ricos en su sitio y va a dar a todos los ciudadanos una renta básica universal, sin contar de dónde va a sacar el dinero para hacerlo, pues pasa lo que pasa. Aún así, es importante la presencia de Podemos en el Congreso que, según el CIS, contará entre 23 y 25 diputados.
Así que al PSOE, entre sus errores internos y los partidos nuevos, se le presenta un panorama complicado desde el punto de vista electoral el próximo día 20. Al PP no le pasa porque la derecha, la extrema y la menos extrema, se aglutina dentro de sus filas y no tiene que competir con nadie. 
Por otro lado, me parece interesante también destacar que, según el CIS, aún hay un 41, 6 por ciento de personas que no saben a quién van a votar. Los partidos se volcarán estos quince días de campaña en tratar de convencer a estos indecisos, pero harían bien en preguntarse qué están haciendo mal para que haya un porcentaje tan alto de ciudadanos que, a un mes de las elecciones, no sabe a qué partido va a votar. Muchos ni siquiera votarán. No olvidemos que la abstención ha aumentado en los últimos años, pasando del 26,5% en las elecciones de 2008 al 29,14% en el año 2011. 
Nos esperan días intensos de políticos prometiendo bajada de impuestos, ayudas, creación de empleo, vivienda para todos, educación de calidad, sanidad pública y sin listas de espera, etcétera, etcétera, etcétera. 
Propongo que sea obligatorio cumplir al menos el 50 por ciento del programa electoral, y penalizar al partido del gobierno que, al cabo de cuatro años, se haya saltado a la torera esos objetivos. Para que no valga todo, para que no venga un señor y al día siguiente de ganar las elecciones haga todo lo contrario de lo que dijo que iba a hacer. Y no miro a nadie, señor Rajoy.


Imagen del hemiciclo del Congreso de los Diputados.






sábado, 14 de noviembre de 2015

LIBERTÉ, EGALITÉ, FRATERNITÉ

Libertad, igualdad y fraternidad simbolizan hoy más que nunca a una Francia sobrecogida que llora la muerte de al menos 127 personas, víctimas del terror cometido en seis ataques simultáneos ocurridos en París en la noche del viernes. Acciones indiscriminadas que han dejado también más de un centenar de heridos.
Hoy el mundo entero se asoma horrorizado a este nuevo acto terrorista, a la sinrazón de quienes vulneran el derecho más preciado del ser humano, el de la vida. 
A estas horas de la mañana en las que escribo con auténtica congoja esta crónica negra, nadie ha asumido aún la autoría de esta nueva masacre. Da igual de dónde venga ni en nombre de quién o de qué, porque nada justifica estas acciones. 
Nada justifica las muertes ocurridas en la sala de conciertos Le Bataclan, ni las bombas a las afueras del Estadio de Francia en Saint-Denis donde miles de personas salieron cantando La Marsellesa, ni los ataques contra el Restaurante 'Le Petit Cambodge', el local 'Belle Équipe', el bar 'Le Carillon' y el Boulevar Fontaine.
Lo ocurrido el viernes es el peor ataque terrorista sufrido en Francia y se produce apenas diez meses después del atentado contra la redacción del diario Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas.
"Estamos ante un acto de guerra", ha dicho el presidente francés, Francoise Hollande, quien ha atribuido el atentado múltiple del viernes al mal denominado Estado Islámico, cuando lo correcto es referirse a este grupo como DAESH. O lo que es lo mismo, un grupo de intolerantes fanáticos armados que se dedica a sembrar el terror con acciones de una crueldad inimaginable mientras avanza en territorio sirio e iraquí y declara la guerra a diestro y siniestro.
Frente a los atentados de anoche en París, al igual que en su día tras las masacres del 11M en Madrid y del 11S en Nueva York, se hace más necesario que nunca defender la libertad, la igualdad y  la fraternidad.
Liberté, egalité, fraternité.

Mientras París duerme, el resto del mundo se solidariza con Francia









domingo, 11 de octubre de 2015

ELECCIONES 20D: DE LA PISTA DE BAILE A LA BARRA DEL BAR. QUE EMPIECE EL ESPECTÁCULO

A estas alturas ya es de sobra conocido que este año nos comemos el turrón con un nuevo reparto de escaños en el Congreso y en el Senado. En medio de las funciones de Navidad en los colegios, en plena vorágine de las compras de útima hora para tener todo a punto para el 24 y el 25 de diciembre, se nos colará la campaña electoral. Y no una cualquiera, sino la que, previsiblemente, va a acabar con la mayoría absoluta del PP y la entrada en la escena parlamentaria de nuevos partidos como Ciudadanos y Podemos. Todo indica que va a ser una legislatura entretenida, apasionante. Gobernar va a exigir sentarse a negociar y eso ya es positivo para la buena salud de nuestra democracia, que últimamente anda de capa caída. 
Oficialmente queda mucho para la campaña electoral que, como digo, va a coincidir con otra campaña, la de Navidad. Pero la verdad es que la campaña electoral comenzó el 1 de octubre cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció durante la entrevista que concedió a Gloria Lomana en Antena 3 TV, que las elecciones generales serán el 20 de diciembre. 
Desde ese mismo momento el país está en campaña. Partidos políticos y medios de comunicación. Radio, prensa y television. Entrevistas, reportajes, editoriales. Ya ha comenzado también el chorreo de encuestas que, según quién las publique, favorecen a unos o a otros. Esto ya no hay quien lo pare. 
Se prevé una campaña movidita. Y no lo digo sólo porque vayamos a ver en la pista de baile a algunos de los políticos. Hacerse un 'Iceta', se dice ahora. La primera en seguir los pasos del político del PSC ha sido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En plan 'flashmob', en El Hormiguero de Pablo Motos. Y más, veremos más actuaciones, no me cabe duda. Está la cosa como para quedarse quietos. A mí, que nací sin sentido del ritmo, me admira con qué facilidad se menean algunos para conseguir votos. No tengo claro que eso funcione a la hora de determinar el resultado electoral. 
-'¿A quién vas a votar?' 
-'Yo a esa que bailaba tan bien'
No, no me lo imagino. 
Bailemos y bebamos que esto si no, no sería España. Y cuando digo beber, me refiero al deporte nacional que no es otro que ir de cañas. 
Para mi sorpresa, Mariano Rajoy está demostrando ser un experto. Le dijeron sus asesores que tenía que ser más cercano, que no bastaba con salir de detrás del plasma. ¿Y qué hay más cercano que una barra de un bar y una cañas? Pues yo diría que nada. 
Dicho y hecho. El mismísimo presidente del Gobierno y candidato a la reelección por el PP de cañas con sus colegas de partido, de cañas con periodistas, de cañas con ciudadanos anónimos. 'Camarero, cañas para todos y pon unas patatillas, anda'. Y esto es sólo el comienzo, que aún hay muchos bares que visitar. 
Yo me estoy retirando temporalmente del circuito por si me lo encuentro e intenta venderme la moto de que España es ahora mucho mejor que hace cuatro años. Con menos paro, mejores sueldos, más libertad de expresión, más acceso a la cultura, menos desahucios y menos impuestos. Yo, que no me callo, le diría que esa no es la España real, que ahora tenemos incluso un impuesto al sol. ¡Lo nunca visto! 
De modo que hasta después de las elecciones creo que no voy a salir de cañas, por si me encuentro a Rajoy. O a Pedro Sánchez y su eterna sonrisa. Que digo yo, que por qué sonríe tanto el lider socialista si desde que es secretario general, el PSOE lo único que hace es perder votos. Él sabrá. O al líder de Izquierda Unida, si es que algún día nos enteramos de quién es. 
Me daría menos mal rollo coincidir en un bar con los nuevos políticos, por aquello de la novedad. Tanto Pablo Iglesias, de Podemos, como Albert Rivera, de Ciudadanos,  representan a esos partidos emergentes que, ojalá, hagan que el Parlamento vuelva a ser el órgano constitucional que representa al pueblo español, donde se debata en interés de los ciudadanos. Y no un lugar donde ir a pasar el rato y entretenerse jugando al candy crush, por decir algo.
¡Que empiece el espectáculo!







domingo, 20 de septiembre de 2015

IMAGINEMOS QUE ARTUR MAS SABE LO QUE QUIERE

Artur Mas se tiró al monte en 2012 y ahí sigue, agitando la bandera independentista, llamando la atención dentro y fuera del país un día sí y otro también. Todo el mundo opina sobre la cuestión catalana. Los medios de comunicación se ocupan cada día del asunto, los políticos critican la sinrazón del plan de Mas. Los expertos hablan sobre la ilegalidad que supone declarar de forma unilateral la independencia de una Comunidad Autónoma. Otros advierten de las graves consecuencias que tendría la medida para la economía catalana. Los empresarios amenzan con llevarse sus empresas de Cataluña. Los principales líderes extranjeros aseguran que Cataluña quedaría fuera de la Unión Europea, de la OTAN, de todo organismo internacional, incluso del euro. 
Estoy segura de que Artur Mas sabe perfectamente todo esto y por eso sale siempre con esa sonrisa como de enajenado mientras sigue con su discurso de romper con España. Pero no creo que haya enloquecido, como parece. Tengo la impresión de que está llevando a cabo un plan perfectamente trazado con unos objetivos muy concretos. Y, desde luego, sacar a Cataluña de España no es uno de ellos. 
Sí, ya sé que desde el año 2012 el tema catalán ha ido a más (y no, no es un juego de palabras). Desde que el presidente del Gobierno Mariano Rajoy le dijo a Artur Mas que nones a la propuesta de Pacto Fiscal que el Parlament catalán había aprobado con los votos de CiU, ICV-EUiA y ERC, la bola ha ido creciendo, creciendo, hasta llegar a donde estamos hoy. Creo que Mas le dijo a Rajoy con esa sonrisa que todos conocemos. 'Muy bien, pues habrá que tomar decisiones'. Y así empezó el proceso soberanista y las proclamas a favor de una Cataluña independiente. 
En estos tres años hubo elecciones anticipadas en 2012 en las que, por cierto, CiU perdió 12 escaños; una propuesta de referéndum en 2013 con dos preguntas que no daban lugar a dudas: '¿Quiere que Cataluña sea un Estado?' y 'En caso afirmativo ¿quiere que este Estado sea independiente?'. Referéndum que no se celebró porque sería incurrir en una ilegalidad y el propio Mas ha dicho que él no quiere saltarse las leyes. El referéndum, como sabemos, fue sustituido por la mascarada de una consulta popular declarada ilegal. Ahora, de nuevo, hay elecciones autonómicas el próximo 27 de septiembre. 
Artur Mas se presenta el cuarto, no el primero ni el seguno...el cuarto, en la lista de la coalición Junts pel Sí, formada por Convergencia, Esquerra Republicana y Movimiento d'Esquerres. Unió, socio de Convergencia desde 1978, cree que Mas está yendo demasiado lejos en el plan soberanista y se presenta por su cuenta.
La coalición en la que está Artur Mas ya ha dicho que si gana el 27 de septiembre declarará la independencia de Cataluña. Mas lo dice sin dejar de sonreír, como queriendo decir, 'nosotros vamos a hacer eso, otra cosa es que nos dejen'. Él sabe que no es posible. Pero sigue jugando a la confusión diciendo que el 27-S se celebran elecciones plebiscitarias. Como si existiera en España esta fórmula. Él sabe que no, que en nuestro ordenamiento jurídico se contemplan elecciones o referéndum, referéndum o elecciones, pero las dos cosas juntas, no. Mas lo sabe perfectamente pero sigue aferrándose a un discurso falso, tramposo, sigue aupado en el postuereo, y no deja de sonreír porque lo que persigue con todo este lío de la independencia es otra cosa. 
Al igual que Don Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, en la magnífica novela 'El Gatopardo', de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, creo que Artur Mas, que no es un iluminado aunque lo parezca, ni se ha vuelto loco aunque también lo parezca, considera que 'hace falta cambiar algo para que todo siga igual'. Es decir, que para que Cataluña siga siendo parte de España es necesario que haya algún cambio en las relaciones entre la comunidad autónoma y el resto del país. 
El pacto fiscal. Esa es la clave. Ahí empezó todo. Mas lo que quiere es una reforma que otorgue a Cataluña una mayor autonomía. El Estado de las Autonomías sirvió para lo que sirvió, pero es hora de acordar un nuevo modelo territorial, decidir si debemos mantener un Senado que se pensó como Cámara de representación territorial pero se ha convertido en un cementerio de políticos. Otra cosa es lo que los partidos decidan. Un modelo federal como propone el PSOE, una confederación como plantean otros partidos. Lo que está claro es que el actual modelo autonómico no satisface a nadie y parece necesaria una reforma de la Constitución de 1978. 
El PP se muestra reacio a dar ese paso, quizá porque habría que aprovechar para plantear la reforma de otras cuestiones más delicadas o porque sabe que ni su partido ni el resto sabrán estar a la altura de lo que se necesita para reformar la Carta Magna. Amplitud de miras, generosidad, negociación, ceder. En definitiva, alta política. 
Mas ha tirado por la calle de en medio yéndose al extremo de la ruptura como una forma de presionar para sentarse a negociar. Eso por un lado. Pero Artur Mas, que es tan ladino como Don Fabrizio, también ha utilizado el ruido del independentismo para acallar otros debates más incómodos para él y que le afectan personalmente. Si se habla de independencia apenas trasciende su pésima gestión como presidente de la Generalit, ni se habla demasiado de los casos de corrupción en Convergencia, ni del desmantelamiento de la sanidad y la educación públicas en Cataluña, ni del despilfarro, ni de la ruina económica en la que Convergencia ha dejado las arcas públicas de una comunidad autónoma que no es ni la sombra de lo que fue. Pocos medios hablan de ello y cuando lo hacen, cuando le preguntan, Mas sólo responde que es todo obra de una persecución contra su persona porque quiere sacar a Cataluña de España. Y lo dice con su eterna sonrisa, esa que está diciendo 'ya lo sé, hombre, pero si ya sé que lo que digo no tiene ni pies ni cabeza'.
Todo forma parte de la misma mentira, de la misma 'simulación'. Y es que, como dice Ignasi Guardans, ex alto cargo de Convergencia, lo de Artur Mas no es sino una simulación. Como si a mí me da por ponerme a pilotar un avión lleno de pasajeros pero lo hago desde un simulador de vuelo porque en realidad no tengo ni idea de pilotar una nave. Voy tan tranquila arriba y abajo porque sé que si estrello el avión no va a pasar nada, no nos vamos matar.  Pues sí, yo también creo que Artur Mas lleva tres años subido a un simulador y que propone lo que propone porque sabe que en realidad no va a pasar nada. Porque su objetivo es otro. Es lograr que el estado español dote de mayor autonomía a Cataluña y que no se hable de él como el peor presidente de la Generalitat catalana. 


Artur Mas (2ºD) con los otros candidatos de Junts pel Sí.













viernes, 4 de septiembre de 2015

AYLAN KURDI Y KINAN MASALMEH, LOS ROSTROS DE LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS

Ha tenido que morir ahogado para ponerle nombre y conocer su historia. Estupefactos, con horror y un nudo en la garganta, nos hemos asomado a través de las portadas de medio mundo a la realidad más descarnada y dramática de los refugiados, en su mayoría sirios, que huyen del terror en busca de ayuda. 
Hoy todos sabemos que el pequeño de camiseta roja y pantalón azul que yacía boca abajo en una playa de Turquía, se llamaba Aylan Kurdi, que tenía tres años y que viajaba junto a su familia en una barcaza hinchable desde la costa turca hacia la isla griega de Kos, donde nunca llegó. 
Junto a Aylan, también murieron su hermano Galip, de cinco años, y la madre de ambos, Rihan, de 35. Abdulá Kurdi es el padre. El único superviviente. Desesperado, sin consuelo, cuenta que ahora sólo quiere volver a su casa en Kobane, Siria, para enterrar a los suyos. Kobane, de donde huyó para intentar poner a salvo a su familia. Canadá les negó el asilo que solicitaron. Leo indignada que Canadá ahora sí acepta acogerle, ahora que ha perdido a su familia. A Abdulá ya no le importa si le matan en Siria. Abdulá sólo quiere que Europa tome conciencia de lo que ocurre en Siria, quiere que el mundo sepa lo que está ocurriendo con los refugiados porque no quiere que otras familias sufran, no quiere que a otros les pase como a él. Abdulá hace un llamamiento para que la comunidad internacional actúe y les ayude. Pero Abdulá no es un niño y su llamamiento apenas tendrá repercusión. A los gobernantes no les conmueven las peticiones de ayuda de hombres como Abdulá. 
A los gobernantes parece que le remueve algo su conciencia la muerte de un niño como Aylan. O mejor dicho, la fotografía de Aylan tendido sobre la arena de la playa mientras el agua le toca, le acaricia el rostro. Eso sí. Esa imagen devastadora parace que ha hecho reaccionar a unos gobernantes europeos que hasta ahora buscaban excusas para regatear con el número de asilados de guerra que aceptan acoger en sus países. Los políticos europeos, incluido el español, ahora aceptan aumentar el número de refugiados. A ver en qué queda todo.
El mismo día que la imagen de Aylan nos dejó conmocionados, conocimos a Kinan Masalmeh. Tiene 13 años. Ojos claros, grandes. Dejó Siria y se encuentra, junto a miles de compatriotas, retenido en Budapest por la polícía húgara. Habla en inglés porque su mensaje debe llegar a todo el mundo como así ha sido. Incluso para esos gobernantes que chapurrean este idioma sus palabras son claras. Es la voz de los refugiados, de los niños y de los adultos. "Por favor, ayuden a los sirios. Los sirios necesitan ayuda ahora. Sólo paren la guerra. Nosotros no queremos quedarnos en Europa. Sólo paren la guerra". Su llamamiento es conmovedor, desgarrador. La comunidad internacional, tiene razón Kinan, debe hacer algo para acabar con una de las mayores catástrofes de la historia reciente. 
Aylan Kurdi y Kinan Masalmeh, son las dos caras de una misma moneda, de un mismo drama. Ambos son niños, los dos nacieron en Siria. Y junto a sus respectivas familias dejaron su casa, su país, huyendo del horror de una guerra que tras más de cuatro años ha dejado 250.000 muertos, 10.000 son menores de edad; 11 millones de desplazados y cerca de cuatro millones de refugiados. 
Sólo un dato más: el 30 por ciento de los refugiados son niños como Aylan y Kinan. 
Como dice Unicef: 'La compasión debe ir unida a la acción'.

Aylan, portada de los periódicos de medio mundo.



martes, 1 de septiembre de 2015

LA UE SE RETRATA ANTE LA CRISIS HUMANITARIA DE LOS REFUGIADOS

Agosto ha sido un mes atípico informativamente hablando por la profusión de noticias que nos ha dejado. Pero ninguna tan dolorosa, tan alarmante, como la que protagonizan miles y miles de ciudadanos que huyen, sobre todo de Siria, pero también de los Balcanes, de Irak, de Afganistán, de Somalia, de Nigeria...países todos ellos donde gobierna el terror. Se marchan con lo puesto en busca de asilo. 
Imágenes desgarradoras de familias enteras huyendo a pie, en tren, en barco, con niños pequeños, algunos recién nacidos, que no entienden qué está pasando pero sienten la angustia de sus padres, el miedo. Imágenes de unos padres que, en su afán por dejar atrás el horror de gobiernos tiranos, de sanguinarios usurpadores del poder, de asesinatos indiscriminados en medio de guerras fraticidas, sólo quieren salvar la vida de sus hijos y, a la deseperada, dejan sus casas y piden ser acogidos en países de la Unión Europea donde la guerra se ve a través de la televisión. Mientras la comunidad internacional mira para otro lado, estas gentes buscan refugio hasta que pase el horror y puedan volver a sus casas, a sus trabajos, a sus estudios...a retomar sus vidas, en definitiva.
La Unión Europea, los políticos de esta cosa que se llama Unión Europea y que, cada vez tengo más claro que no sirve para nada, más que para hablar y tirarse a los trastos a la cabeza, ante la crisis de los refugiados, una vez más se retratan y demuestran su incapacidad para actuar con urgencia, buscar soluciones y acoger a quienes, por humanidad, lo necesitan. Reunión de emergencia de ministros del Interior de la UE. ¡De emergencia, dicen! Y la convocan para el 14 de septiembre. Mientras, miles de hombres, mujeres, niños, ancianos, se encuentran atrapados en Hungría, Grecia y los Balcanes. Ya hay más de 300.000 personas, ciudadanos, que piden asilo y tratan de llegar, sobre todo, a Alemania, Suecia, Austria.
Dice la ONU que estamos ante la "crisis humanitaria más importante en Europa desde la Segunda Guerra Mundial". 
La canciller alemana Angela Merkel dice que su país está dispuesto a asumir el desafío de acoger a 800.000 solicitantes de asilo. Pero también reclama al resto de los países de la UE que el acogimiento de refugiados se haga de forma equitativa. Y es aquí donde el gobierno español, el gobierno de Rajoy, ha mostrado su cara más mezquina. Porque una sociedad solidaria como es la española, que ante las catátrofes se vuelca, asiste atónita a la negativa del Gobierno del PP de aceptar la propuesta de Bruselas de acoger a 6.000 refugiados, ciudadanos solicitantes de asilo. Dice Rajoy que España ya es muy solidaria y que no acogerá más de 3.000 porque ya tenemos mucha inmigración y mucho paro. Qué desfachatez y qué falta de sensibilidad. Qué vergüenza.
Los partidos de la oposición instan al Gobierno a que España acoja, al menos, a los 6.000 refugiados de los que habla Bruselas. Pero en el PP, como si oyen llover. Hablando de paro, que sigue sin resolver, o de inmigrantes, a los que devuelve a la primera de cambio. Como si fuera todo lo mismo. 
Al final, como siempre, quienes están realizando la verdadera labor humanitaria y solidaria son las ONGs, sobre el terreno, en los países donde se hacinan los refugiados. Trabajadores y voluntarios que asisten a las miles de familias que esperan salvarse viajando en trenes atestados, andando kilómetros y kilómetros campo a través, o cruzando la valla de alambres que Hungría ha colocado en su frontera con Siria. Las ONGs y muchos ciudadanos a título personal, con actos solidarios que emocionan. La sociedad, como ya es habitual, va un paso por delante de los políticos. 
Dice la ONU que estamos ante "la crisis humanitaria más importante de Europa desde la Segunda Guerra Mundial". Es hora, por tanto, de que los políticos de la UE se pongan a trabajar, a ganarse el sueldo buscando la manera de resolver este problema. Es hora de dejar el bla, bla, bla y pasar a la acción. Por ejemplo, aplicando políticas de cooperación con algunos de los países de origen de los refugiados, o persiguiendo de forma eficaz el tráfico de personas para evitar que circulen camiones atestados de personas. Camiones de la muerte como el que fue encontrado abandonado la semana pasada en una carretera austríaca cerca de la frontar con Hungría y en el que viajaban 71 personas. Había 59 hombres, ocho mujeres y cuatro menores. Todos, de nacionalidad siria, murieron asfixiados.
La ONU dice que estamos ante la "crisis humanitaria más importante en Europa desde la Segunda Guerra Mundial", pero Rajoy sigue hablando de paro e inmigración.  

domingo, 12 de julio de 2015

UN VERANO CALENTITO Y UN RECUERDO MUY ESPECIAL

Ha sido 'desparecer' unas semanitas huyendo del sofocante calor y al reaparecer me encuentro con que el PP ha cambiado de logo. Un círculo con un azul más intenso, muy al estilo Partido Demócrata de los Estados Unidos. Vamos, que los creativos se debieron devanar los sesos a la hora de copiar un logo, decantándose finalmente por el del partido de Obama. Los demócratas tienen un burro en su logo y los populares un ave. Y digo un ave porque también me acabo de enterar de que lo que todos creíamos que era una gaviota, la famosa gaviota del PP, resulta que es un charrán. Reconozco que he tenido que acudir al diccionario para saber qué es un charrán. Para los que no lo sepan, es una 'golondrina de mar de mediano tamaño' que 'habitualmente se puede observar en España'. 
De modo que el PP ha encerrado al charrán en un círculo y ha intensificado el azul. Qué alarde de modernidad. Ese es el principio del cambio. Nada de gaviotas carroñeras, fuera el azulón ese ñoño. El círculo y el charrán. Ahí es nada. Este nuevo logo se ha hecho público después de los pequeños cambios en la dirección del partido en los que cobran protagonismo las caras jóvenes al estilo Ciudadanos y Podemos. En el Gobierno, al final, como era de esperar, un retoque sólo en el Ministerio de Educación. Wert por Méndez de Vigo. Y ya, que las elecciones son en otoño. 
Con el nuevo logo y las jóvenes promesas o no tan jóvenes al frente del partido, el PP ha celebrado este fin de semana una conferencia política en la que se ha respirado buen rollo. Cifuentes arrebatando el protagonismo a Aquirre y presentada oficiosamente como la nueva lideresa del PP de Madrid, y presentación de las líneas básicas del programa con el que se presentará el partido de Rajoy a las elecciones generales. Se lo podían haber ahorrado, la verdad. Hace cuatro años el Gobierno del mismo Rajoy incumplió el programa desde el minuto uno.
Me he encontrado también con que a la izquierda le siguen saliendo nuevas formaciones políticas. Como en otoño los cogumelos, en este país cuando menos te lo esperas te encuentras con un nuevo partido de izquierdas. El último en presentarse en sociedad se llama Decide en Común. También, muy original, vamos. (Barcelona en Comú, se llama la formación con la que ganó Ada Colau la alcaldía de la Ciudad Condal). 
Alberto Sotillos es el impulsor de esta nueva formación de izquierdas con la que pretende la "convergencia con otros partidos de izquierdas". Desencantado con el PSOE, del que fue militante, Sotillos ha recibido ya una de cal y otra de arena. Mientras el dirigente de IU, Alberto Garzón, ha dicho que le parece una buena idea, Pablo Iglesias ha puesto el grito en el cielo. El líder de Podemos está que trina. Yo le entiendo, la verdad. Iglesias y sus colegas montaron esto de Podemos a partir del 15-M como una formación nueva, participativa, alejada de los tics encorsetados de los partidos de la casta. Luego ha resultado menos participativa y el ordeno y mando parece que se va imponiendo con el consiguiente malestar en sus filas, pero ese otro tema. Iglesias está trabajando duro para acabar con IU y evitar así la dispersión del voto de izquierdas. Podemos, bastante tiene con el giro a la izquierda que pretende dar el PSOE para recuperar votos como sea. IU se revuelve como gato panza arriba y está dispuesta a coaligarse con quien sea, siempre que sea de izquierdas, para no desaparecer. Y ahora llega Sotillos con una nueva plataforma, formación o partido, que aún no tengo muy claro qué es, para aunar a los desencantados de los partidos de izquierdas. Los votantes de izquierdas cada vez tienen más donde elegir. Y de aquí a las generales aún pueden salir uno o dos partidos más. Quién sabe. 
No es por nada, pero en esta carrera electoral, el que parece ir más a lo suyo, sin sobresaltos, es Ciudadanos. Como era de esperar, su presidente Albert Rivera, acaba de ser proclamado candidato a la Presidencia del Gobierno. Ciudadanos sigue con su discurso de centro, sin meterse con nadie, esquivando los ataques de uno y otro lado, ajeno a los líos de la izquierda y a los intentos de la derecha para recomponerse a tiempo. 
Entre unas cosas y otras el verano se nos ha echado encima. Un verano sofocante en la mayor parte del país. Un verano políticamente calentito. 

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En este día de julio de altas temperaturas, mientras escribo esta crónica no dejo de tararear alguna canción del disco 'Las diez de últimas', de Javier Krahe. El músico urbano que desconfiaba de la clase política, en general. Poeta, trovador, libre, entrañable, humano, divertido, mordaz. Nos queda su voz rota, su música, sus letras, su poesía y su brillante ironía. Nos queda él. 
Siempre, Javier Krahe. 

jueves, 18 de junio de 2015

LOS CAMBIOS A MEDIAS DE RAJOY PARA GANAR LAS ELECCIONES

Reconquistar el poder perdido en las últimas elecciones, el voto del centro que se ha esfumado, la ilusión de los votantes del PP que se abstuvieron el 24 de mayo. En definitiva, ganar las elecciones generales. Esa es la misión que se ha marcado el presidente del PP, Mariano Rajoy. Es el reto más importante que tiene el PP en próximas fechas. Así lo ha dicho a los suyos y a España entera en una intervención ante la dirección nacional del partido, retransmitida en vivo y en directo por los medios de comunicación. 
Ya dijo tras las elecciones que iban a cambiar algunas cosas. Ha empezado por salir del plasma y ha alentado a sus compañeros a mejorar la comunicación. "Todos debemos salir más, hablar más, explicarnos más". No queríamos caldo, pues cazo y medio. Ahora vamos a tener a los del PP hasta en la sopa. 
Rajoy tiene una misisón complicada por delante hasta las elecciones generales. Apenas cinco meses, si se celebran en noviembre. Por lo pronto, ha descartado septiembre, como apuntaban algunas fuentes. Ese mes es para Artur Mas, si quiere seguir adelante con su personal cruzada independentista. Rajoy y su partido necesitan estos cinco intensos meses como agua de mayo para lograr su objetivo, para cumplir su misión, para la reconquista del poder.
La carrera ha comenzado hoy mismo con la intervención del líder popular en la que ha pedido el apoyo del partido, que todos arrimen el hombro y echen el resto. Esa tarea empieza con el propio Rajoy poniéndose al frente, implicándose como no lo había hecho hasta ahora. Por lo pronto, se ha comprometido a asistir a las reuniones que los lunes celebra la cúpula del PP. 
Y aquí vienen los cambios anunciados en la dirección del partido para ganar las próximas elecciones. Cambios a medias, la verdad, porque sigue María Dolores de Cospedal como secretaria general. Cómo es posible que, después de lo quemada que ha salido, sobre todo por el caso Bárcenas y el papelón que le tocó protagonizar con el ya famoso despido en diferido del ex tesorero encarcelado, Rajoy la mantenga como número dos del partido. La imagen pública de Cospedal no es la mejor, creo yo, para presentar al PP como el partido renovado que quiere devolver la ilusión a los numerosos votantes que se han quedado por el camino. Por no hablar de las fricciones que provoca entre algunos destacados miembros del partido, entre los que se encuentra Javier Arenas. 
Qué decir de Javier Arenas. Ahí está, como si nada, inaccesible al desaliento. Es un clásico del PP. De los pocos que quedan en la dirección del partido de las primeras épocas del partido. Era un habitual en las noticias del guiñol de Canal +... Y mira que ha llovido desde entonces. Qué le lleva a Rajoy a mantenerle en la dirección, es un misterio. Pero ahí sigue, al frente de la Vicesecretaría de Autonomías y Ayuntamientos. Arenas, el incombustible.
En cuanto a los cambios anunciados por Rajoy, por lo visto la idea es presentar un partido renovado, pero con moderación. Tampoco nos vamos a volver locos ahora con la renovación. Caras nuevas o no tan nuevas, pero más jóvenes. 
Entre los elegidos para la nueva etapa está Fernando Martínez Maíllo, actual presidente del PP en Zamora, alcalde de Casaseca de las Chanas y presidente de la Diputación de Zamora, que pasa a ser vicesecretario de Organización. No está claro, pues las informaciones son contradictorias, pero igual la elección de Rajoy no ha sido la más acertada si se confirma que Martínez Maíllo está imputado por un presunto delito de administración desleal relacionado con un fraude en Caja España y que está investigando un juez de León. En fin, a ver si nos hemos precipitado un poco, Rajoy. A ver si el sustituto de Carlos Floriano no es la major elección, sobre todo, después de que el propio Rajoy haya reconocido que la corrupción es una de las causas que ha hecho perder votos al PP. 
Así pues, Floriano se queda fuera de juego. Al igual que Esteban González Pons, que pasa el testigo de la Vicesecretaría de Estudios y Programas a Andrea Levy, joven promesa del PP procedente del partido en Cataluña y próxima a la lideresa catalana Alicia Sánchez Camacho. Joven promesa también es Javier Maroto, ex alcalde de Vitoria, nuevo vicesecretario Sectorial del PP. Como era de esperar, Rajoy ha contado con Pablo Casado para este nuevo momento político que afronta el PP, asignándole la Vicesecretaría de Comunicación. Casado es uno de los miembros mejor valorados del partido. Es simpático, moderado, tolerante. Qué mejor que darle la Comunicación del partido. Seguro que lo hace bien. Otra cosa es que logre los resultados deseados. 
Y como guinda del pastel, Rajoy ha nombrado a su jefe de Gabinete, Jorge Moragas, como director de la campaña. Me sorprende esta elección porque por las referencias que tengo, desde que los viajes del presidente los organiza Moragas, el caos se ha apoderado de La Moncloa. Que vayan preparándose en el PP con la campaña. 
Ahora, a trabajar todos a uno para poner freno al avance de las hordas de izquierdas, en las que están los de Podemos y, lo que es peor, el PSOE. Un partido socialista que, según Rajoy, se ha echado en los brazos de los populismos. 
El PP ha puesto en marcha su maquinaria electoral a funcionar. Las líneas básicas del programa se fijarán en la Conferencia Política que el partido celebrará los días 11 y 12 de julio, tal y como ha anunciado hoy Rajoy. ¿Habrá conseguido el líder acallar las voces críticas de algunos de sus barones? 
Después de lo de hoy, sólo nos queda saber en qué queda la anunciada remodelación del ejecutivo. Se decía que los cambios iban a ser muy importantes en el partido y menos en el gobierno. Dado que los cambios en el partido han sido flojitos, no habría que esperar mucho de los cambios en el ejecutivo, aunque creo que Rajoy debería esforzarse un poco más si quiere convencer al respetable de las bondades de su equipo de gobierno. 

Cospedal y Arenas seguirán flanqueando a Rajoy en la dirección del PP.




viernes, 12 de junio de 2015

EL PULSO DE LA EX DUQUESA CRISTINA A SU HERMANO FELIPE

La infanta Cristina ya no es duquesa de Palma de Mallorca.  
El Boletín Oficial del Estado ha publicado hoy el real decreto por el que se le retira el ducado de Palma de Mallorca. Una noticia con gran repercusión, de la que tuvimos conocimiento anoche, ya bastante tarde, cuando la Casa del Rey emitió un comunicado informando de la decisión de Felipe VI de revocarle el uso del título a su hermana. 
Asistimos así a un nuevo capítulo en el distanciamiento entre la Casa del Rey y la infanta Cristina debido a la complicada situación procesal de la hasta ahora duquesa de Palma de Mallorca y su marido, el duque Em-palmado, como le gustaba firmar a Iñaki Urdangarín los correos que le enviaba a su amigo y socio Diego Torres. Los tres están imputados en el caso Nóos.
Si no esperábamos la noticia de la revocación del ducado, menos aún la polémica suscitada por los protagonistas. La decisión de retirarle el ducado a Cristina ha sido cosa de Felipe, según Zarzuela. No, no, ha sido voluntad de la propia infanta, ha asegurado el abogado de ésta, Miquel Roca. De eso nada, ha sido el rey, insisten en Zarzuela. No, fue Cristina de Borbón quien le mandó una carta escrita de su puño y letra a su hermano Felipe y fechada el 1 de junio, en la que le anunciaba su decisión de renunciar, no sin pena, al ducado que con tanta alegría y cariño han llevado ella y Urdangarín desde 1997, cuando se lo otorgó el rey Juan Carlos con motivo de su matrimonio. Qué va, si la carta llegó a palacio después de que se firmara el real decreto, mantienen desde Casa Real.
Pobre Felipe. Seguro que su idea era poner la guinda a su primer año de reinado con este golpe de efecto. Y es que la retirada del título a su hermana, qué casualidad, se ha producido a pocos días de que se cumpla el primer año de su proclamación como rey de España. Seguro que a Felipe le hacía ilusión que se hablara de este gesto, dejando claro que él no quiere saber nada de su hermana imputada. Sobre todo porque en las últimas semanas se había hablado de un posible acercamiento entre los hermanos. Ambos coincidieron en el funeral de uno de los hijos del rey de Bulgaria y se ha sabido también que Felipe invitó a Cristina y a su hija Irene a la comida en Palacio con motivo de la comunión de la princesa Leonor. Con lo bien que había quedado el rey con la revocación del ducado. 
Lástima que Cristina lo haya estropeado con la polémica creada, con esa carta de renuncia debidamente filtrada a los medios. Qué papelón, la verdad. Desde que estalló el caso Nóos en 2011, primero Juan Carlos y después Felipe han intentado que el caso Nóos no salpique a la Corona. El rey Juan Carlos le aconsejó a su hija en un primer momento que dejara a Urdangarín comerse el marrón judicial él solito. Incluso la animó a separarse de él. Ella dijo que nones. Que en esto y en todo, ella y su marido iban en el mismo barco. Después llegaron los gestos de desaprobación. Don Juan Carlos diciendo que la ley es igual para todos, en clara alusión a su yerno. Se habló también de la actuación "impropia" por parte de Urdangarín, y a continuación se apartó al duque de los actos oficiales. Incluso se le borró de la página web de la Casa Real. 
Cuando las cosas comenzaron a ponerse feas para la infanta Cristina, cuando la imagen de la hija del rey entrando a declarar en los juzgados de Palma dio la vuelta al mundo, Juan Carlos y Felipe acordaron que la infanta debía también dejar de participar en actos oficiales. Y dejamos de verla. La última foto de la familia real al completo fue en verano de 2011. 
Hace seis meses, el juez Castro cerró la instrucción del caso Nóos imputando a Iñaki Urdangarín de siete delitos y a la infanta de dos, delito fiscal y blanqueo de capital. Es probable, pero no seguro, que ella acabe sentándose en el banquillo de los acusados. Él no se libra. Así que ya con la infanta imputada, Felipe fue proclamado rey en un acto solemne al que no asistió Cristina. Tampoco se les ha vuelto a ver por Mallorca en verano. Las relaciones de Don Juan Carlos con su hija son casi inexistentes, muy a su pesar. Felipe y Cristina, en tiempos los hermanos inseparables, no se tratan porque al igual que Juan Carlos, el nuevo rey antepone la estabilidad de la Corona a su vida personal. 
En todo este tiempo, primero Juan Carlos y después Felipe han pedido insistentemente a Cristina que renuncie a sus derechos dinásticos. Ella, como si oye llover. Que no, que no ha hecho nada, que es inocente, que todo es una injusticia, que está siendo perseguida y que todo es producto de una conspiración por parte del sindicato Manos Limpias. Al juez instructor, José Castro, los abogados de la infanta y el fiscal del caso, que ha actuado más como abogado de Cristina que como representante del ministerio público, le han llamado de todo menos bonito. 
Quién les iba a decir a Juan Carlos y a Felipe que esa boda celebrada en Barcelona en 1997 traería de cabeza a la Corona años después. Con aquellas imágenes en las que se respiraba felicidad y amor por todas partes. Los reyes emocionados con la boda de su segunda hija, felices de verla junto a ese apuesto chico, jugador de balonmano, miembro de la selección española, que conoció a la infanta en unos juegos olímpicos. Qué tiempos aquellos en los que Iñaki era el yerno perfecto. Alto, guapo, vasco, de buena familia. En fin, nadie imaginaba que el cuento se convertiría en pesadilla. En la actualidad, Cristina de Borbón ni siquiera forma parte de la familia real, ya que así lo decidió Felipe tras su proclamación como rey. 
Hoy se ha escrito un nuevo capítulo en la vida de la infanta Cristina. Queda por saber si acabará renunciando a sus derechos dinásticos o se mantendrá en sus trece, incluso cuando comience el juicio del caso Nóos. Cabe la posibilidad de que a ella se le aplique la doctrina Botín y no tenga que sentarse en el banquillo, pero puede que se le aplique la doctrina Atutxa y sí tengamos que verla junto a los demás procesados en el caso. Lo que está claro es que no entrará en prisión por los dos delitos que se le imputan. 
Otra cosa es la situación de su marido, acusado de seis delitos que suman más de 20 años de cárcel. Hay quien mantiene que el ex Duque Em-Palmado entrará en prisión. Yo sigo pensando que, por mucho que estén cambiando las cosas, por mucho que Felipe VI hable de una monarquía renovada, mientras Iñaki sea el cuñado del rey, no entrará en prisión.  Demasiado para la monarquía. De hecho, ahí está, viviendo fuera de España. A otros, por menos, les retiran el pasaporte. 

     Última fotografía oficial en la que aparecieron Cristina e Iñaki junto a los demás miembros de la familia real, en Palma de Mallorca, el verano de 2011, 


viernes, 29 de mayo de 2015

RESACA ELECTORAL: REBELIÓN EN EL PP Y OTROS MOVIMIENTOS

Un día tardó Mariano Rajoy en comparecer ante los medios para valorar los resultados electorales del 24 M. Entonces admitió que éstos no habían sido los esperados pero que el PP seguía siendo el partido más votado. Dijo que no tenía intención de hacer cambios ni en el partido ni en el gobierno, que estaba tranquilo y que creía que sería el candidato del PP a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales de otoño. 
La tranquilidad de Rajoy le duró poco. Apenas 24 horas después de su comparecencia, algunos de sus barones, que el lunes en la reunión del Comité Nacional del PP no dijeron esta boca es mía, bien porque no asistieron bien porque no lo consideraron oportuno, están en modo 'apaga y vámonos'. Y ya han anunciado que se van. Eso sí, como son del PP, son dimisiones en diferido.
El primero en abrir la caja de los truenos fue Juan Vicente Herrera, uno de los barones más leales al partido y a Rajoy y, por tanto, nada sospechoso de entrar en batallas para quitar al jefe y ponerse él. De hecho, Herrera no quería ni presentarse  a las elecciones del 24 de mayo como cabeza de lista del PP en Castilla y León, pero Rajoy se lo pidió y aceptó. El PP perdió por la mínima la mayoría absluta en esta comunidad autónoma. 
En una entrevista en Onda Cero, el todavía presidente de Castilla y León acabó diciendo lo que pensaba y posiblemente no tenía previsto decir, al menos ante unos micrófonos. Es cierto que no asistió a la reunión del Comité Nacional del PP el día anterior y, por tanto, no pudo hacer su valoración de los resultados. Una valoración muy diferente a la de Rajoy. Para Herrera, la causas de la debacle electoral están en el propio partido y en el Gobierno. "Hemos abusado del discurso de la recuperación". Una recuperación que, según Herrera, no se percibe entre los ciudadanos. Aceptó su responsabilidad por la pérdida de votos pero también fue muy crítico con algunos miembros del partido por su "arrogancia". Se refería Herrera al "desastre" provocado en la minería leonesa por el ministro Soria, responsable de las políticas energéticas.Y cuando le preguntaron si le parecía bien que Rajoy siga pensando en presentarse como candidato del PP a la presidencia del Gobierno en las generales de otoño, Herrera fue tajante: "Le diría al presidente, mírate al espejo y respóndete a ti mismo". Herrera es más partidario de la renovación en el partido pero también cree que si Rajoy "internamente tiene esa ambición y esa fuerza, no hay en estos momentos otra persona con esa legitimidad".
Renovación. Esa es la palabra que utilizó también el presidente del PP en Baleares, uno de los primeros barones en anunciar su marcha y retar a Rajoy al anunciar la celebración de un congreso extraordinario en próximas fechas y al que no se presentará a la reelección, para dar paso a la "renovación". Al igual que Bauzá, el presidente del PP en Valencia, Alberto Frabra, también anunció su próxima marcha, como la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi. 
De modo que Rajoy se encuentra con una rebelión de barones que le están forzando a plantearse cambios. Lo que no quería.  En los pasillos del Congreso tuvo que matizar que "los cambios se anuncian cuando se han producido" y que en el PP "iremos poco a poco tomando las decisiones oportunas para presentarnos de la mejor forma a las elecciones generales". 
Bauzá, Rudi, Herrera...Se van los que Rajoy no quiere y se queda la que Rajoy, seguramente, querría que dimitiera. Esperanza Aguirre. La lideresa, que no debe de tener ningún sentido del ridículo, en su afán por mantener como sea su parcela de poder, ha planteado todas las opciones posibles de gobierno en la Alcaldía de Madrid para no quedarse fuera. Primero propuso al PSOE un pacto para gobernar juntos y formar un gobierno de centro-centro-izquierda-derecha, incluso ofreciéndole al candidato socialista Antonio Miguel Carmona, ser alcalde. Éste dijo que ni hablar. 
Aguirre ofreció entonces un "gobierno de concentración" formado por PP, PSOE, Ciudadanos y Ahora Madrid, la plataforma apoyada por Podemos. Eso sí, dejando claro a Manuel Carmena, de Ahora Madrid, que nada de montar "soviets" en los distritos. 
Rajoy debería sentir más intranquilidad por las declaraciones de Aguirre que por las próximas dimisiones de sus otros barones. La lideresa, además ha dicho que hay que refundar el PP. Imagino que para echar a Rajoy y ponerse ella al frente del partido. 
Mientras los cimientos del PP se mueven bajo los pies de un Rajoy que no esperaba una resaca electoral tan movidita, en el PSOE comienzan los pasos para recuperar poder a costa de los que sea, incluso de pactar con el "populismo" de Podemos y sus plataformas ciudadanas como Ahora Madrid, entre otras. Ese "populismo" con el que Pedro Sánchez dijo que no pactaría...pero eso fue antes de las elecciones. Y es que hay candidatos socialistas que antes de las elecciones defendían que gobernara la lista más votada y ahora, tras el 24 de mayo, han cambiado de opinión para ver si así gobernan en algún municipio o comunidad. 
También Podemos ha cambiado su discurso de alejarse de la "casta" y ahí anda dejándose querer por todos. Así que Aguirre no es la única que está dispuesta a todo por pillar su parcelita de poder a cualquier precio. Por el momento, Ciudadanos es el único partido que mantiene su anuncio de no entrar en ningún gobierno a remolque de nadie. Y que aceptará llegar a pactos puntuales basados en propuestas, no en siglas. 
Veremos en qué queda todo, pero hoy por hoy las aguas bajan revueltas en el PP y, si no me equivoco, bajarán también revueltas en el PSOE. Atentos al Comité Federal que se celebra este fin de semana. ¿Habrá alguien que le diga a Sánchez que el PSOE sigue perdiendo votos y que a pesar de su nuevo secretario general, o sea él, el partido ha vuelto a quedar por detrás del PP? ¿O es tal el ansia de poder que se mostrarán todos satisfechos de la derrota en las urnas, pensando en posibles pactos con otros partidos? Por lo pronto, Susana Díaz, la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, ya ha hecho las primeras advertencias al partido. 






martes, 26 de mayo de 2015

ELECCIONES 24-M: RAJOY, DON ERRE QUE ERRE

Suele ser costumbre entre los partidos decir que han ganado las elecciones aunque las hayan perdido. Eso es lo que ha hecho el PP a pesar de los malos resultados obtenido en las urnas el 24 de mayo. 
Apenas un día después de las elecciones, el presidente del PP, Mariano Rajoy, sorprendió a todos con una comparecencia ante los medios. ¡Y con preguntas! La sede nacional del PP en Madrid a tope, llena de periodistas. ¿Y qué dijo Rajoy? Pues que habían ganado, aunque no como ellos hubiesen querido. 
"El PP es la primera formación política. No son los resultados deseados, porque hemos tenido una notable pérdida de votos, pero seguimos siendo la opción más votada". "Hemos ganado en 39 de las 50 capitales de provincia y en nueve de las 13 comunidades autónomas". "¡Una victoria incuestionable!", dijo el líder popular. ¿Incuestionable?
Siendo como ha sido el PP el partido más votado, podría decirse sin embargo que es uno de los partidos derrotados este 24-M. Y esto es así porque ha perdido dos millones y medio de votos respecto a 2011; porque ha perdido 10 mayorías absolutas autonómicas y más de 500 municipios. Porque ha perdido gran parte del poder que obtuvo en 2011, y en política lo que importa es el poder. 
La ausencia de mayorías absolutas ha hecho estragos en plazas que durante años habían sido feudos incontestables del PP, como Madrid, Valencia, Valladolid, Cádiz o Aragón. Resultados muy malos que casi con total seguridad dejarán fuera del gobierno a destacados dirigentes populares. 
Es el caso de la lideresa Esperanza Aguirre. La misma que hace unos días, en Espejo Público, aseguraba que iba a obtener mayoría absoluta. La misma que despreciaba a su principal contrincante, Manuela Carmena, con acusaciones falsas. Aguirre está todavía digiriendo el sapo de las urnas y sólo le queda envainársela. Aceptar que su nuevo papel es el de lideresa de la oposición, porque todo apunta a que Carmena, con los 20 concejales de Ahora Madrid y los seis concejales del PSOE, será la nueva alcaldesa de la capital. Una juez con una carrera intachable, dispuesta a recuperar la decencia en la capital y a mantener una charla con Aguirre, de "abuela a abuela". Aguirre, a quien le ha perdido la soberbia, haría bien en aprender de la humildad de Carmena. 
Junto a Aguirre, otro batacazo es el que se ha llevado la eterna alcaldesa de Valencia. Rita Barberá. "Qué hostia", reconoció en privado la regidora. Pues sí. Después de 20 años haciendo y deshaciendo a su antojo, sin que nadie le rechistara, tiene un pie fuera de la alcaldía. Es verdad que el PP ha sido la lista más votada pero también es verdad que Rita Barberá no tiene con quién pactar. Y menos después de cómo plantea el diálogo. Dice que va a hablar con las fuerzas políticas que considere para tratar de llegar a un “acuerdo de Estado frente al radicalismo”. ¡Empezamos bien! Dicen en los mentideros de la ciudad del Turia que Barberá no tiene intención de ejercer de jefa de la oposición. Que no está dispuesta a ver cómo otra persona ocupa el sillón del consistorio que durante dos décadas ha estado en su poder. El radicalismo al que se refiere debe ser Compromís, la segunda fuerza más votada el 24-M. Está claro que no ha entendido nada.  
¿Y qué decir del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva? Otro que no parece haber aceptado con mucha deportividad su más que probable salida de la Alcaldía, después de otros 20 años en ella, con imputación incluida. Este representante del PP más rancio, dijo en la noche electoral tras finalizar el escrutinio, que "mañana empezarán a reunirse los perdedores e intercambiarán cromos". Esos "perdedores" son las tres formaciones de izquierda que seguramente llegarán a acuerdos para gobernar. Otro que no ha entendido el mensaje de los votantes. Veinte años también lleva la popular Teófila Martínez como alcaldesa de Cádiz. Veinte años que han llegado a su fin tras las elecciones del domingo. 
El PP también se ha quedado fuera de importantes gobiernos autonómicos. En Extremadura, José Antonio Monago, admitió en seguida su derrota. "He hecho todo lo que he podido". Si ya era duro para el rey del rap y del hip-hop haber perdido, más duro debió de resultarle ver cómo el presentador de una televisión tuvo la disparatada idea de pedir una valoración de estos resultados a la ex de Monago. Sí, la misma de la que tuvimos noticia por los famosos viajes que el dirigente popular hacía a Canarias siendo senador por Extremadura. "A cada cerdo le llega su sanmartín", dijo la entrevistada. No parece muy partidaria de Monago, que digamos. 
En Aragón, Luis Fernanda Rudi, también se ha quedado a las puertas de conseguir la mayoría suficiente para seguir gobernando. Como María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha, Alberto Fabra en la Comunidad Valenciana, José Ramón Bauzá en Baleares, y Pedro Antonio Sánchez en la Región de Murcia. 
En el reino de los ciegos, el tuerto es el rey. Pues Cristina Cifuentes es el tuerto. Al igual que sus compañeros de partido ha perdido la mayoría absoluta que el PP tenía en la Comunidad de Madrid, pero ha quedado muy por delante del segundo partido más votado, el PSOE. Así que ella confía en lograr apoyos suficientes para gobernar en minoría. Cifuentes se llevó una doble alegría la noche del 24. Por un lado, ser la fuerza más votada y por otro lado, tener la satisfacción de haberle sacado 5.000 votos de ventaja a su compañera de partido. Esperanza Aguirre. Es de sobra conocida la poca sintonía entre la lideresa y Cifuentes, así que a la primera ocasión que ha tenido esta última, ha dejado caer la artillería contra Aguirre. "Esperaba que Aguirre sacara mejores resultados", dijo Cifuentes en una entrevista. A la presidenta del PP de Madrid le habrá encantado oír eso. Segundo sapo para Aguirre. 
Así que con estos resultados, el presidente del PP decidió salir del escondite que le mantuvo fuera de los focos la noche electoral. Después de reunir al Comité Ejecutivo Nacional de su partido, él mismo dio la cara. Algo inusual. Hacía dos años que no comparecía en la sede nacional del partido. Y lo hizo para afirmar que el PP es el partido más votado y admitir algunos errores de comunicación. A partir de ahora, dijo, más cercanía, más transparencia y mejor comunicación. Por si había alguna duda, él mismo salió de detrás del plasma y se sometió a las preguntas de los periodistas. De tres periodistas, sí, pero por algo se empieza. 
Rajoy achacó la pérdida de votos al desgaste típico de un gobierno que ha tenido que tomar medidas impopulares, porque "no es fácil ni gratificante gobernar en tiempos de crisis". Y si en campaña aseguraba que "ya nadie habla del paro", ayer dijo que el objetivo del PP es llegar a pactos con dos objetivos claros: reducir el objetivo de déficit y luchar contra el paro. Vaya, ahora sí hablamos de paro.
Este es un país donde la palabra dimitir no forma parte del vocabulario de los políticos. Se cuentan con los dedos de una mano los que han dimitido en la etapa democratica. En un país donde lo importante no fuera aferrarse al sillón, la misma noche electoral se hubieran sucedido las dimisiones. En el PP y en los demás partidos derrotados. El propio Rajoy ha dicho que no va a plantear cambios, ni en los órganos directivos del partido ni mucho menos en el gobierno. Y como nadie ha dicho, me voy porque los resultados electorales han sido muy malos, todo va a seguir igual en el PP. 
Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y Rajoy dijo ayer que está tranquilo y que cree que se va a presentar a la reelección, porque entiende que de aquí a otoño el partido será capaz de recuperar a los votantes que el 24 de mayo le han dado la espalda. 
¿De verdad en el PP han entendido el mensaje de las urnas?