Los aniversarios sirven para celebrar o condenar hechos. Quiero, en este día tan doloroso, dejar a un lado los debates y anecdotarios partidistas de andar por casa. Porque hoy, hace un año, nos estremecimos ante la noticia del secuestro de más de 200 niñas en Chibok, Nigeria, a manos de Boko Haram, un grupo terrorista del que apenas teníamos conocimiento en Occidente.
Hoy quiero sumarme a las voces de muchas ONGs que trabajan cada día en defensa de los derechos de niñas y mujeres abusadas, no importa dónde vivan. Hoy quiero sumarme a quienes claman por el final del horror que protagoniza la mal llamada milicia islamista Boko Haram. Hoy quiero sumarme a los miles de ciudadanos que creemos que gobiernos y organismos internacionales deben pasar de las palabras a los hechos para que acabe la impunidad de los secuestradores, violadores y asesinos de niñas y niños inocentes.
Pero, sobre todo, hoy quiero sumarme a Malala, la joven y valiente paquistaní, Premio Nobel de la Paz, que con motivo de este primer año de cautiverio, ha enviado un mensaje de "solidaridad, amor y esperanza" a las niñas de Chibok, a las que se refiere como "mis valientes hermanas".
"Mi nombre es Malala. Soy una niña paquistaní de vuestra edad (...) No podemos imaginar el horror que estáis padeciendo. Pero, por favor, sabed que nunca os olvidaremos. Siempre estaremos junto a vosotras. Hoy y todos los días pedimos a las autoridades nigerianas y a la comunidad internacional que haga más para que volváis a casa. No descansaremos hasta que no os hayáis reunido con vuestras familias". Malala cree que se puede hacer mucho más por rescatar a las niñas y recuerda que ella seguirá presionando para lograr la libertad de sus "hermanas".
En su carta, cuenta cómo ella y dos amigas fueron tiroteadas por los talibanes cuando iban en el autobús del colegio. Cómo las tres sobrevivieron al ataque y cómo siguen estudiando y defendiendo el derecho a la educación de todas las niñas. "Nuestra campaña continuará hasta que vosotras y todas las niñas y niños del mundo tengan acceso a una educación secundaria libre, segura y de calidad".
Muchas de las niñas que lograron escapar de aquel espantoso secuestro en Chibuk estudian en la actualidad gracias a becas de la Fundación Malala y de otras organizaciones no gubernamentales. Y el deseo es que las niñas secuestradas sean liberadas y puedan acceder a estas becas de estudio. "Recordad que un día acabará vuestro trágico sufrimiento, os reuniréis con vuestras familias y amigos, y tendréis la oportunidad de finalizar los estudios que tan valientemente realizabais. Anhelo el día en que pueda abrazaros a cada una de vosotras, rezar juntas y celebrar que estáis en libertad con vuestras familias. Hasta entonces, permaneced fuertes y nunca perdáis la esperanza. Sois mis heroínas. Vuestra hermana, Malala".
Hoy y todos los días tenemos que seguir recordando a las víctimas de Boko Haram que, sólo en 2014, ha secuestrado a 2.000 niñas y mujeres y ha matado a más de 5.000 personas en Nigeria, según datos facilitados por Amnistía Internacional. Por eso, hoy y todos los días hay que presionar a los organismos internacionales y gobiernos para que actúen contra el terror. Oajalá no haya un segundo aniversario y las niñas recuperen su libertad y su derecho a estudiar y vivir en paz.
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