martes, 1 de septiembre de 2015

LA UE SE RETRATA ANTE LA CRISIS HUMANITARIA DE LOS REFUGIADOS

Agosto ha sido un mes atípico informativamente hablando por la profusión de noticias que nos ha dejado. Pero ninguna tan dolorosa, tan alarmante, como la que protagonizan miles y miles de ciudadanos que huyen, sobre todo de Siria, pero también de los Balcanes, de Irak, de Afganistán, de Somalia, de Nigeria...países todos ellos donde gobierna el terror. Se marchan con lo puesto en busca de asilo. 
Imágenes desgarradoras de familias enteras huyendo a pie, en tren, en barco, con niños pequeños, algunos recién nacidos, que no entienden qué está pasando pero sienten la angustia de sus padres, el miedo. Imágenes de unos padres que, en su afán por dejar atrás el horror de gobiernos tiranos, de sanguinarios usurpadores del poder, de asesinatos indiscriminados en medio de guerras fraticidas, sólo quieren salvar la vida de sus hijos y, a la deseperada, dejan sus casas y piden ser acogidos en países de la Unión Europea donde la guerra se ve a través de la televisión. Mientras la comunidad internacional mira para otro lado, estas gentes buscan refugio hasta que pase el horror y puedan volver a sus casas, a sus trabajos, a sus estudios...a retomar sus vidas, en definitiva.
La Unión Europea, los políticos de esta cosa que se llama Unión Europea y que, cada vez tengo más claro que no sirve para nada, más que para hablar y tirarse a los trastos a la cabeza, ante la crisis de los refugiados, una vez más se retratan y demuestran su incapacidad para actuar con urgencia, buscar soluciones y acoger a quienes, por humanidad, lo necesitan. Reunión de emergencia de ministros del Interior de la UE. ¡De emergencia, dicen! Y la convocan para el 14 de septiembre. Mientras, miles de hombres, mujeres, niños, ancianos, se encuentran atrapados en Hungría, Grecia y los Balcanes. Ya hay más de 300.000 personas, ciudadanos, que piden asilo y tratan de llegar, sobre todo, a Alemania, Suecia, Austria.
Dice la ONU que estamos ante la "crisis humanitaria más importante en Europa desde la Segunda Guerra Mundial". 
La canciller alemana Angela Merkel dice que su país está dispuesto a asumir el desafío de acoger a 800.000 solicitantes de asilo. Pero también reclama al resto de los países de la UE que el acogimiento de refugiados se haga de forma equitativa. Y es aquí donde el gobierno español, el gobierno de Rajoy, ha mostrado su cara más mezquina. Porque una sociedad solidaria como es la española, que ante las catátrofes se vuelca, asiste atónita a la negativa del Gobierno del PP de aceptar la propuesta de Bruselas de acoger a 6.000 refugiados, ciudadanos solicitantes de asilo. Dice Rajoy que España ya es muy solidaria y que no acogerá más de 3.000 porque ya tenemos mucha inmigración y mucho paro. Qué desfachatez y qué falta de sensibilidad. Qué vergüenza.
Los partidos de la oposición instan al Gobierno a que España acoja, al menos, a los 6.000 refugiados de los que habla Bruselas. Pero en el PP, como si oyen llover. Hablando de paro, que sigue sin resolver, o de inmigrantes, a los que devuelve a la primera de cambio. Como si fuera todo lo mismo. 
Al final, como siempre, quienes están realizando la verdadera labor humanitaria y solidaria son las ONGs, sobre el terreno, en los países donde se hacinan los refugiados. Trabajadores y voluntarios que asisten a las miles de familias que esperan salvarse viajando en trenes atestados, andando kilómetros y kilómetros campo a través, o cruzando la valla de alambres que Hungría ha colocado en su frontera con Siria. Las ONGs y muchos ciudadanos a título personal, con actos solidarios que emocionan. La sociedad, como ya es habitual, va un paso por delante de los políticos. 
Dice la ONU que estamos ante "la crisis humanitaria más importante de Europa desde la Segunda Guerra Mundial". Es hora, por tanto, de que los políticos de la UE se pongan a trabajar, a ganarse el sueldo buscando la manera de resolver este problema. Es hora de dejar el bla, bla, bla y pasar a la acción. Por ejemplo, aplicando políticas de cooperación con algunos de los países de origen de los refugiados, o persiguiendo de forma eficaz el tráfico de personas para evitar que circulen camiones atestados de personas. Camiones de la muerte como el que fue encontrado abandonado la semana pasada en una carretera austríaca cerca de la frontar con Hungría y en el que viajaban 71 personas. Había 59 hombres, ocho mujeres y cuatro menores. Todos, de nacionalidad siria, murieron asfixiados.
La ONU dice que estamos ante la "crisis humanitaria más importante en Europa desde la Segunda Guerra Mundial", pero Rajoy sigue hablando de paro e inmigración.  

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