lunes, 4 de julio de 2016

¿LLEGARÁN ESTA VEZ LOS POLÍTICOS A LA CASILLA 63?

Han pasado unos días desde las elecciones del 26J y los candidatos se preparan, de nuevo, para situarse en la casilla de salida de este gran tablero de la Oca en el que se ha convertido la vida política española. En la partida anterior todos quedaron atrapados en el Laberinto, ese que obliga a los jugadores a retroceder hasta la casilla 30 cuando han logrado llegar a la 42 y la meta parece muy cerca. Del laberinto al 30, del pacto al no pacto; así han estado los representantes de los partidos cuatro meses largos. Ninguno logró llegar al Jardín de la Oca, a la casilla 63. 
Le toca lanzar el dado y mover ficha, en primer lugar, a Mariano Rajoy, por ser su partido el más votado el 26J. En la partida anterior hizo trampa al sacarse de la manga una regla no escrita por la que declinó graciosamente lanzar el dado, pasando el turno a otro; quiso hacernos creer que había caído en el Pozo y que no podía seguir jugando hasta que no cayera otro participante, léase Pedro Sánchez. 
Al igual que entonces, Rajoy no tiene mayoría suficiente y necesita el apoyo de otros partidos para superar la investidua y seguir gobernando. Sus 137 diputados están lejos de la ansiada mayoría absoluta de 176 escaños. Eso hubiera sido como llegar a la casilla 63 saltando de oca en oca sin dejar que jugaran los otros candidatos. Como no es el caso, el presidente del Gobierno en funciones tiene que negociar, porque no puede decirle al rey, otra vez, que se reserva, que se queda en el Pozo esperando que otros caigan; hombre, como poder, puede, pero si declina de nuevo sería la repanocha. 
No, esta vez parece dispusto a ser el que primero lance el dado y ya ha anunciado que quiere hablar con todos los partidos, incluidos los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes de Puigdemont. Hablará con todos, sí, pero lo que en realidad quiere el líder del PP, según he leído en algún medio de comunicación, no sin perplejidad, es un "gobierno de salvación" del PP con PSOE y Ciudadanos. De salvación de él, entiendo que es...a ver si nos lo explica. En cualquier caso, es bastante improbable que lo logre. 
Es evidente que los apoyos, no es que no le vayan a salir gratis a Rajoy, es que le van a salir carísimos; yo diría que incluso más que al Aznar que hablaba catalán en la intimidad con Pujol o que hubiera sido capaz de marcarse un aurresku para agradar a Arzalluz; ambos se cobraron a precio de oro el apoyo de legislatura al entonces líder del PP. Veremos hasta dónde es capaz de llegar Rajoy aprovechando que estamos en plena época de rebajas de verano.
En cuanto a sus posibilidades para ser investido, el panorama en estos primeros momentos es desolador. Si tuviera que apostarme una comida a que habrá terceras elecciones, no lo dudaría porque cuando oigo al resto de los participantes expresar sus posiciones es como escuchar un disco rayado. Del "qué parte del no, no ha entendido", al nosotros no vetamos pero no queremos a Rajoy pasando por los llamamientos a la gran coalición de izquierdas. Esas mismas consignas que nos llevaron a celebrar unas nuevas elecciones seis meses después del 20D. Los mismos jugadores, los mismo discursos. 
El 19 de julio se constituyen las Cortes. Se eligen los miembros de las mesas del Congreso y del Senado, para lo cual, los grupos parlamentarios deberán haber llegado a acuerdos que nos darán una idea de por dónde van a ir las negociaciones para la investidura de Rajoy, si es que decide presentarse, o del que sea que cuente con los apoyos suficientes. 
Yo lo que de verdad quiero es que, esta vez, lleguen a la casilla 63, aunque pierda una comida. 


Tablero del Juego de la Oca.



  






















No hay comentarios:

Publicar un comentario