domingo, 7 de febrero de 2016

EL "AHORA O NUNCA" DE PEDRO SÁNCHEZ

Le preguntaron a Pedro Sánchez en la gala de los Goya qué título pondría a la situación política actual, y el secretario general del PSOE contestó: "Ahora o nunca". Tiene razón. Es ahora o nunca que él pueda lograr unos acuerdos que le permitan contar con los apoyos necesarios para ser investido presidente del Gobierno.
Desde que el día 2 de febrero el rey le propuso someterse a la investidura, el dirigente socialista está empeñado en ser el próximo inquilino de La Moncloa. "Voy a intentar formar gobierno", dijo un Sánchez ya más metido en su papel de futuro presidente del Gobierno y hombre de Estado, que de líder de la oposición. Y en eso anda con más ilusión que fortuna, todo hay que decirlo. Ilusión no le falta y asegura que "hay mimbres para una alianza progresista de cambio".
Dos días después de su paso por la Zarzuela comenzó la ronda de contactos con algunos de los dirigentes de los partidos políticos con representación parlamentaria. Y es que ni el PP, ni los independentistas de ERC, DL y HB Bildu han sido llamados a consultas. Un error que parece que quiere tratar de subsanar de algún modo, al menos con el PP, al que dice que llamará en los próximos días. Esta exclusión supone 136 votos en contra de su investidura - 119 del PP y los 17 que suman los independentistas. Sánchez, que ya cuenta con 89 votos del grupo socialista, necesitaría 176 para salir investido en primera vuelta. Esa opción está descartada ya. Tiene la posibilidad de someterse a una segunda votación, 48 horas después de la primera, en la que le bastaría una mayoría simple de la Cámara, es decir, tener más votos a favor que en contra. Es en esa segunda votación donde Sánchez tiene fijadas sus esperanzas. De ahí su interés por llegar a acuerdos con los demás partidos. 
El PNV y sus seis diputados ya le han dicho que es muy probable que voten a favor de él ¿A cambio de qué? Ya lo sabremos cuando llegue el momento; los vascos son discretos en estas cosas. También IU-UP, con sus dos diputados, se ha mostrado dispuesta a votar a Sánchez si el programa que presente no se aleja demasiado del de la coalición. Y Compromís, con quien el PSOE ya gobierna en la Comunidad Velanciana, está dispuesto a pactar.
Todo eso está muy bien, pero lo que realmente necesita el secretario general del PSOE es el apoyo de Ciudadanos y de Podemos o, al menos, que uno de ellos se abstenga. Las posibilidades de que eso ocurra son escasas a tenor de las declaraciones de unos y otros. Es verdad que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, salió muy animado de su reunión con Sánchez; es verdad que el portavoz del grupo parlamentario en el Congreso, Juan Carlos Girauta, expresó en rueda de prensa su optimismo respecto a un posible acuerdo. Pero también es cierto que el viernes, después de la primera reunión de Cs y PSOE, mientras el portavoz socialista Antonio Hernando se mostró muy animado, el portavoz adjunto del partido naranja, José Manuel Villegas, dijo que había voluntad sí, pero que "será difícil llegar a un acuerdo". Vaya, vaya.Ya sabíamos, porque lo han repetido hasta la saciedad, que Ciudadanos nunca votará SI ni a Sánchez ni a Rajoy. Como mucho, sus 40 diputados se abstendrán. Y aunque dicen que no ponen líneas rojas, ya han adelantado que votarán en contra de Sánchez si éste llega a un acuerdo de Gobierno con Podemos o recibe el apoyo de los independentistas. No parece la mejor manera de llevar a buen puerto las negociaciones en marcha, pero cosas más raras se han visto y esto no ha hecho más que empezar. Ciudadanos juega también un poco a la ambigüedad, de "sí pero no, nosotros queremos llegar a acuerdos, pero a ver, porque claro, no todo vale". 
Más claros y contundentes son los de Podemos. Su líder, Pablo Iglesias, directamente le ha dicho a Sánchez que deje de dialogar con Ciudadanos, o sus 65 diputados votarán en contra de su investidura. No entro en si el partido morado exige la vicepresidencia del Gobierno y cinco o seis ministerios - ya puestos a pedir que sean los más importantes -, porque está en su derecho a la hora de sentarse a negociar con el PSOE de presionar como mejor le parezca. Lo que me sorprende es el talante; mejor dicho, la falta de talante. "Que Sánchez no hable con Ciudadanos" es una exigencia impropia de un partido que se presenta como el adalid de la tolerancia, las libertades, la democracia, la igualdad...Esto sí que es de vieja política, como dicen en Cs, pero de la del PCUS. Comprendo que Alfonso Guerra hable de "niños malcriados", entre otras lindezas, al referirse a Iglesias y compañía. 
Así las cosas, y a la espera de cómo se desarrollen los acontecimientos los próximos días, hoy por hoy no puedo por menos que darle la razón al portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, cuando asegura que "a Sánchez no le salen las cuentas". Y el PP no le va a facilitar las cosas al dirigente socialista. Ya lo dijo Rajoy este fin de semana, "ahora parece que quieren llamarnos y hablar; les recibiremos como se merecen...pero votaremos no a la investidura de Sánchez". Este Rajoy es como el perro del hortelano. Ni come ni deja comer. No quiso aceptar la propuesta del rey hace dos semanas para someterse a la investidura y ahora que se la ofrece a Sánchez dice que es él, Mariano Rajoy, quien debe presidir un gobierno de coalición formada por PP, PSOE y Cs, porque el PP fue el partido más votado en las elecciones generales del 20D. "Tarde piache", que dicen en su tierra. 
Lo mejor que podría hacer Rajoy es dejarse de historias y permitir gobernar a Pedro Sánchez, con la abstención del Grupo Popular; total, qué más le da al presidente en funciones, si esta va a ser una legislatura corta. Además, el PP podría aprovechar para hacer limpieza, porque no sé cómo sobrevive con tantos casos de corrupción. El último escándalo que hemos conocido, en el PP de Valencia, ya es de traca, y no lo digo con segundas. 
¿Vamos a unas nuevas elecciones? Esa es la pregunta del millón. Según las encuestas publicadas, el resultado sería más o menos el mismo que el 20 de diciembre, con un PP como fuerza más votada pero sin mayoría suficiente para gobernar. Por lo tanto, no veo cómo puede interesarles a los populares repetir los comicios. Otra cosa es Podemos. Algunas encuestas apuntan a que el partido morado sería el segundo más votado por delante del PSOE, y eso sí podría interesarle al partido de Pablo Iglesias, que no tendría ningún problema en buscar como socios de gobierno a los independentistas y a IU. 
Esta semana que comienza va a ser crucial para ver dónde se sitúa cada partido, para que sus señorías se retraten y demuestren qué clase de políticos son: defensores del diálogo y la negociación o intransigentes y necios. 

Pedro Sánchez.






No hay comentarios:

Publicar un comentario